POLÉMICA

Las manipulaciones televisivas del Pentágono

Según el diario "The New York Times", algunos de los militares que colaboran con determinados medios audioviovisuales están contratados para que respalden ante la opinión pública actividades de la Administración estadounidense como la base de Guantánamo

La guerra de Iraq continúa generando titulares en los medios de comunicación. Y, precisamente a ellos, les salpica el último, cuyo responsable es el prestigioso diario "The New York Times". El periódico informa de que los "analistas militares" citados por los medios de comunicación audiovisuales estadounidenses como fuentes de información sobre Iraq o Guantánamo han sido contratados por el Pentágono para defender los puntos de vista de la Administración norteamericana.


"Detrás de esta apariencia de objetividad se encuentra un aparato de información del Pentágono que ha empleado a estos analistas en una campaña para crear una cobertura mediática favorable", se puede leer en rotativo estadounidense.


Estos "analistas", según el "Times", han participado en "cientos de sesiones" junto a líderes militares de alto rango, algunos de ellos con una "influencia significativa" en cuestiones de presupuestos y de contratación. También han viajado a Iraq, han tenido acceso a Inteligencia militar y "han sido instruidos por responsables de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el de Justicia", prosigue el diario.


Información falsa


"Como contrapartida, los miembros de este grupo han defendido los puntos de vista de la Administración, algunas veces incluso a pesar de sospechar que la información era falsa o estaba inflada", añade el periódico.


Entre los casos citados por el "The New York Times" destaca el envío de una serie de "analistas" a Cuba el 24 de junio de 2005 con el objetivo de neutralizar las informaciones sobre el trato inhumano que se da a los prisioneros en la base de Guantánamo. "Los resultados se produjeron de inmediato. Los analistas acudieron a diferentes emisoras de radio y a cadenas de televisión, condenaron a Amnistía Internacional, criticaron los llamamientos en favor del cierre de las instalaciones y aseguraron que los detenidos eran tratados humanamente", asegura la publicación.


El diario, además, llega más lejos y cita a una serie de "analistas" con nombre y apellidos: Kenneth Allard, quien ha servido de fuente a la NBC; Jeffrey D. McCausland, quien ha informado a la CBS; Thomas G. McInerney, consultor y analista de Fox News; John C. Garrett, analista de Fox News TV y radio; Donald W. Shepperd, quien ofreció declaraciones a CNN desde Guantánamo; Montgomery Meigs, analista de la NBC y otro "informante" sobre Guantánamo; James Marks, analista de CNN entre 2004 y 2007; y William Cohen, analista de asuntos mundiales de CNN.


La estrategia del Pentágono de contratar a este tipo de personas para cambiar la percepción sobre la guerra fue diseñada por Torie Clark, una antigua responsable de relaciones públicas que defendió la necesidad de controlar a la opinión pública a través de una serie de expertos con apariencia de autoridad e independencia.


Según un asistente de Torie Clarke, Don Meyer, la decisión estratégica de convertir a los analistas en el foco principal de las relaciones públicas fue adoptada en 2002.


En respuesta al informe publicado por el "New York Times", el Pentágono se ha limitado a defender su relación con los analistas militares y ha asegurado que estos únicamente recibieron informaciones verídicas sobre la guerra que se libra hace ya cinco años en Iraq.