PAKISTÁN

La sucesión de Musharraf divide a sus rivales políticos y rompe la coalición de Gobierno en Pakistán

Sharif acusa al partido de Bhutto de no cumplir con sus promesas y presentará su propio candidato

La renuncia de Pervez Musharraf a la Presidencia de Pakistán, nueve años después de hacerse con el poder, no ha dejado tras de sí la calma esperada en sus rivales políticos. La coalición de Gobierno, formada entre otros por el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), al que pertenecía la ex primera ministra asesinada Benazir Bhutto, y la Liga Musulmana de Pakistán-N, liderada por el ex primer ministro Nawaz Sharif, se deshizo definitivamente hoy. Sharif acusó al PPP de romper sus promesas en cuestiones como la restitución de jueces o el nombramiento de jefe de Estado, por lo que su formación presentará su propio candidato, que se añadirá al viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari.


Musharraf confirmó la semana pasada su dimisión como presidente, después de que un golpe de Estado le sentase en el sillón en octubre de 1999, entre amenazas del Ejecutivo de forzar su renuncia. Como marca la ley, el presidente del Senado ha asumido provisionalmente la Jefatura de Estado, pero las cuatro asambleas provinciales, la Asamblea Nacional y el propio Senado deberán determinar el nombre definitivo en votaciones que se celebrarán el próximo 6 de septiembre.


Según Sharif y sus seguidores, los dos partidos de la coalición se habían comprometido mediante un acuerdo firmado a presentar a un candidato ajeno a cualquiera de las formaciones si el presidente conserva competencias como la de disolver el poder legislativo. El líder de la LMP-N se quejó hoy de una supuesta ruptura de este pacto, después de que el PPP propusiese el sábado al viudo de Bhutto como candidato para presidente.


La consecuencia de esta decisión llegó hoy en boca de Sharif: "Creemos que estas faltas y violaciones reiteradas nos obligan a retirar nuestro apoyo a la coalición gobernante y a sentarnos en los escaños de la oposición". "No podemos encontrar un rayo de esperanza", explicó, según informaciones de la BBc recogidas por otr/press. Se refería de esta forma, además, a la falta de consenso para la vuelta a sus cargos de los jueces destituidos por Musharraf. En la práctica, supone poner sobre la mesa un segundo nombre candidato a la Presidencia, a la que ahora también optará Saaeduzzaman Siddiqui, un antiguo presidente del Tribunal Supremo.

Reacción


No obstante, el fin del consenso no implicará elecciones anticipadas, porque el PPP y sus aliados cuentan con el apoyo suficiente en la Asamblea Nacional. Así lo hizo ver un portavoz de Zardari, Farhatullah Babar, quien recalcó que la estabilidad del Gobierno permanecerá intacta, aunque confía en que Sharif "regrese". Sin embargo, parece que de momento la LMP-N no está por la labor y ya avanza que "ejercerá un papel de oposición constructiva".


Entretanto, Zardari, de 55 años, ya ha comenzado a esbozar sus posibles líneas de Gobierno. En una entrevista a la BBC, lamentó que los talibán paquistaníes "llevan la delantera" a las actuales autoridades y deberían ser incluidos en la lista de organizaciones prohibidas en Pakistán. "Esto es una insurgencia y éste es nuestro país, y vamos a defenderlo", declaró, ya que este escenario "se irá extendiendo por todas partes y el mundo entero se verá afectado por ello".