BALCANES

La UE sopesa acelerar la adhesión de Serbia tras la detención de Karadzic

Los embajadores de los Veintisiete decidirán si descongelan la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación y Estabilización

La Unión Europea sopesa acelerar la adhesión de Serbia como respuesta a la detención este lunes del criminal de guerra serbobosnio Radovan Karadzic. Los ministros europeos de Asuntos Exteriores dieron un mandato a los embajadores de los Veintisiete para que decidan si descongelan la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación y Estabilización, primer paso para la entrada de Serbia en la UE.


Los jefes de la diplomacia de la UE celebraron de manera unánime la detención de Karadzic y felicitaron al Gobierno de Belgrado. El ministro francés de Asuntos Exteriores y presidente de turno de la UE, Bernard Kouchner, dijo que "es una buena noticia que hemos esperado 13 años".

El comisario de Ampliación, Olli Rehn, resaltó que se trata de un "momento histórico" para la reconciliación de los Balcanes, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ngel Moratinos, señaló que el arresto de Karadzic devuelve el "sentimiento" de que Serbia "tiene compromisos con los principios y valores de la Unión Europea" y demuestra la "valentía" de sus autoridades.


Sin embargo, esta valoración unánimemente positiva no se tradujo en ninguna decisión para desbloquear el Acuerdo de Asociación y Estabilización. Este acuerdo se firmó en abril, justo antes de las elecciones parlamentarias, pero la entrada en vigor de su parte comunitaria, centrada en cuestiones comerciales, y su ratificación por parte de los Estados miembros quedó paralizada hasta que Belgrado alcance la "plena cooperación" con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).


Lo que los embajadores deben determinar ahora, preferiblemente durante las dos reuniones que todavía mantendrán antes del verano, es si la detención de Karadzic equivale ya a la plena cooperación. Para ello esperarán probablemente a escuchar la evaluación del fiscal del TPIY, Serge Brammertz, según explicaron fuentes diplomáticas.


Pero ya durante la reunión del Consejo se evidenciaron las discrepancias entre los partidarios de descongelar inmediatamente el Acuerdo, como la Comisión, España o Italia, y los que son más cautos y recuerdan que hay otros fugitivos pendientes de entregar, especialmente el general Ratko Mladic, como Países Bajos, Francia, Reino Unido o Eslovenia.


"Sólo se ha arrestado a un criminal de guerra y esperamos a otros. No podemos quedar satisfechos con una única detención, pero es una señal muy buena", dijo el ministro de Exteriores francés. También el jefe de la diplomacia británica, David Miliband, destacó que el arresto de Karadzic es un paso "muy importante" pero que son necesarios "más progresos y más cooperación en las próximas semanas". Y el ministro de Exteriores de Eslovenia, Dimitri Rupel, indicó que la detención representa "la mitad del camino" hacia la plena cooperación con el TPIY, ya que todavía falta Mladic.


El principal valedor de Serbia fue el comisario de Ampliación. "El punto de vista de la Comisión es que deberíamos empezar a aplicar la parte comercial del Acuerdo de Asociación y Estabilización", dijo Olli Rehn tras reunirse con el ministro serbio de Asuntos Exteriores, Vuk Jeremic. Rehn resaltó que la detención de Karadzic constituye un "hito" en la cooperación de Serbia con el TPIY.


También Moratinos abogó por que los Veintisiete envíen una "señal positiva" al Gobierno y la opinión pública serbia y que esta semana los embajadores europeos acuerden el modo de "acelerar la aplicación" del Acuerdo de Asociación y Estabilización con el país balcánico.


En declaraciones a los medios al término del Consejo de ministros de la UE, el ministro de Asuntos Exteriores aseguró que "la gran mayoría" de los Estados miembros hubieran estado dispuestos a enviar dicha señal este mismo martes. No obstante, explicó que la decisión ha sido pospuesta por las reticencias de varios países, principalmente Países Bajos, que consideran que la detención anoche del criminal de guerra serbobosnio no es suficiente.


"Siempre existe ese debate", admitió el jefe de la diplomacia española en referencia a si se debe esperar aún a que se produzca la detención de Ratko Mladic. No obstante, Moratinos apuntó que "la mejor manera de trabajar con el Gobierno serbio es dándole confianza".


En este sentido, el ministro español dijo creer que Serbia "ha cumplido de manera eficaz" con las aspiraciones de la UE en cuanto a la detención de Karadzic y que prueba la tesis "que defendimos en circunstancias mucho más difíciles" de que "habría resultados" si se abría la cooperación con Serbia. En este sentido, Moratinos recordó la postura defendida por la ex fiscal jefe del TPIY Carla del Ponte de no iniciar los contactos con Serbia hasta que comenzaran las detenciones de los imputados por la corte internacional e ironizó: "Del Ponte no está ahora con nosotros, pero le mandaré un mensaje".


Planes ambiciosos


El ministro de Asuntos Exteriores serbio, que se reunió en Bruselas con Moratinos y con otros de sus homólogos, destacó que la detención de Karadzic demuestra la determinación de Serbia de acercarse a la UE. "Tenemos planes muy ambiciosos por lo que se refiere a nuestra agenda europea: queremos lograr el estatuto de candidato a la adhesión a UE a finales de año o, como muy tarde, durante la primera mitad de 2009", dijo Jeremic.


Confirmó que para "facilitar" este objetivo, el Gobierno de Belgrado aprobará el próximo jueves la vuelta de los embajadores que fueron retirados de los países de la UE que reconocieron la independencia de Kosovo.


Destacó que con la detención del líder serbobosnio, Radovan Karadzic, el Gobierno de Belgrado "ha demostrado más allá de toda duda que nos tomamos en serio nuestra obligación internacional" de cooperar con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). En este sentido, Jeremic aseguró que las autoridades serbias continuarán haciendo "todo lo posible" para detener al resto de acusados de crímenes de guerra, especialmente el general Ratko Mladic.