CRISIS EN TÚNEZ

La policía tunecina se suma a las protestas

"La Policía no es responsable de la sangre de los mártires" rezaba la pancarta que centenares de policías han enarbolado hoy por las calles de Túnez sumándose a las manifestaciones populares

Policías tunecinos se manifiestan por las calles del país.
La policía tunecina se suma a las protestas en la calle
EFE

Centenares de policías se manifestaron hoy por primera vez en el centro de Túnez, donde continúan las protestas populares que piden una ruptura definitiva con el anterior régimen y la salida de los ministros del presidente depuesto Zine al Abidine ben Alí del Gobierno de transición, según constató Efe.


Casi un millar de policías de paisano y algunos también uniformados se congregaron en la popular avenida Habib Burguiba de la capital en torno a una pancarta en la que se leía: "La Policía no es responsable de la sangre de los mártires".


"Fuera los podridos del Gobierno", gritaron los agentes contenidos por un cordón de seguridad militar a escasos metros de la sede del Ministerio de Interior.


Los manifestantes, entre los que se encontraban algunas mujeres policías, entonaron el himno nacional tunecino y consignas dirigidas especialmente contra los dirigentes del departamento de Interior, además de por la mejora de su situación económica y laboral.


Una de sus principales reivindicaciones es la creación de un sindicato policial, prohibido por el antiguo régimen, para poder expresar sus demandas.

En huelga

"Las fuerzas policiales y de seguridad pedimos que se vayan todos los corruptos que han estado al frente del régimen durante años y que han saqueado las riquezas del país mientras a nosotros nos tenían en la miseria", manifestó  Jaled, un policía llegado desde el interior del país para participar en las protestas.


Un policía en Túnez gana alrededor de 300 dinares mensuales (unos 150 euros) mientras que un kilo de carne cuesta actualmente cerca de 14 dinares y muchos de los alimentos básicos tienen precios prácticamente similares a los de los países europeos.


Decenas de agentes, vestidos en su mayoría con ropa oscura, portaban un brazalete rojo en el brazo, símbolo de la huelga que mantienen desde el viernes.


Los manifestantes recitaron igualmente pasajes del Corán en memoria de los más de cien víctimas mortales registradas en las revueltas populares que forzaron la caída de Ben Alí.