EXPERTO EN EXPLOSIVOS

La Policía indonesia mata al líder del terrorismo islamista del sudeste asiático

Noordin Mohamed Top
La Policía indonesia mata al líder del terrorismo islamista del sudeste asiático
EFE

El terrorista más buscado del Sudeste de Asia y "cerebro" de la mayoría de sangrientos atentados perpetrados en la región, Noordin Mohamed Top, murió por los disparos que le alcanzaron durante una operación de las fuerzas de seguridad de Indonesia en la isla de Java.


El integrista murió durante el asedio policial de cerca de 18 horas a una casa en la que se escondía, en el pueblo de Beji del distrito de Temnaggung, informó la Policía.


Junto al fallecido se encontraban otros tres presuntos terroristas que, según los primeros datos facilitados por fuentes oficiales, no resultaron heridos y fueron capturados.


Los agentes y terroristas libraron un intenso tiroteo durante toda la noche, aunque el asalto final, precedido de al menos cinco fuertes explosiones en el interior de la vivienda, tuvo lugar a primeras horas de la mañana.


La Policía desplazó al lugar a más de un centenar de efectivos de la brigada antiterrorista, francotiradores y artificieros, que recurrieron al empleo de un robot para examinar objetos sospechosos.


Noordin, de nacionalidad malasia, está considerado el líder de una facción radical integrada por varias decenas de militantes que se escindió en 2006 de la organización Yemaa Islamiya (YI), considerada el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático.


Según la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos, el terrorista era un "experto en explosivos", "reclutador", "fabricante de armas" e "instructor de nuevos islamistas".


Además del doble atentado de julio contra dos hoteles de lujo de Yakarta en el que murieron nueve personas, la Policía indonesia le acusa de haber organizado los mayores atentados perpetrados en Indonesia desde 2002.


Entre estas acciones destacan el primer atentado contra el hotel JW Marriott, en 2003, en el que murieron 12 personas, el ataque con un coche bomba contra la embajada australiana de 2004, que mató a 11, y el segundo atentado de Bali, ocurrido en octubre de 2005 y que causó 23 muertos.


Asimismo, expertos en la lucha antiterrorista aseguran que Noordin intervino en la preparación de la cadena de atentados de Bali de 2002, en la que murieron 202 personas, aunque consideran que no fue el principal impulsor de el segundo mayor atentado del mundo tras el 11 de septiembre.


A raíz de los atentados del pasado 17 de julio contra dos hoteles de lujo de Yakarta, los cuerpos de seguridad intensificaron las pesquisas para atrapar a Noordin y a miembros de su grupo del grupo, sobretodo en la región central de la isla de Java, cuna del radicalismo islamista de Indonesia.


La muerte de Noordin supone un importante golpe a la estructura militar y financiera del terrorismo islamista en Indonesia, que queda ahora muy debilitado y tan sólo parcialmente operativo, según los expertos.


Sidney Jones, especialista en terrorismo islamista en Indonesia, señaló recientemente que sin Noordin "el riesgo de un nuevo atentado disminuía de forma significativa".


De forma paralela, la Policía indonesia llevó a cabo la pasada noche otra operación antiterrorista en la localidad de Bekasi, en los alrededores de Yakarta, donde mató a tiros a otros dos supuestos terroristas islamistas.


El jefe de la Policía, Bambang Hendarso Danuri, identificó en una rueda de prensa a estas dos personas como Aher Setyaawan, que ya había cumplido condena, y Eko Peyang, al que las fuerzas de seguridad consideran un experto en la fabricación de bombas.


En este segundo emplazamiento, que se encuentra a tan sólo cinco kilómetros del domicilio privado del presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, las fuerzas de seguridad se incautaron de 500 kilos de explosivos y de un coche bomba preparado para atentar contra "un objetivo específico", explicó Hendarso.


Además, la Policía reveló hoy la identidad de los dos presuntos suicidas del doble atentado de Yakarta, dos jóvenes, de 16 y 28 años, provenientes de la isla de Java y sin antecedentes.


Estos atentados pusieron fin a cerca de cuatro años sin acciones terroristas en Indonesia, un país sacudido media docena de veces desde 2000 por el terrorismo islamista, que ha causado más de 250 muertos.