LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA

La ONU adopta nuevas sanciones contra la piratería en Somalia

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que impone nuevas sanciones a personas y entidades vinculadas a los piratas que actúan contra el comercio marítimo internacional desde las costas de Somalia.


La resolución presentada por Reino Unido y que recibió el apoyo unánime de los 15 miembros de este organismo, también reafirma el embargo de armas impuesto a Somalia desde 1992.


El objetivo de la las nuevas sanciones es reforzar el Gobierno de Transición somalí y debilitar a los grupos armados que fomentan la inestabilidad en la que lleva sumida el país desde hace casi dos décadas.


En ese sentido, el texto adoptado por el Consejo autoriza la creación de un grupo de expertos que será el encargado de identificar a quienes estén vinculados con la piratería y con grupos armados que obstaculicen al acuerdo de paz alcanzado el pasado 26 de octubre por el Gobierno y parte de la oposición.


También incluye entre los sancionables a los grupos que obstruyan la distribución de ayuda humanitaria, amenacen la estabilidad del país y violen el embargo de armas.


Esas personas identificadas por el comité, además de sufrir sanciones financieras, tampoco tendrán derecho a viajar fuera de Somalia.


La resolución precisa que se podrán considerar excepciones en los casos en que los activos financieros sean necesarios para adquirir productos básicos, como alimentos, o pagar tratamiento médico y medicinas.


El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo público el miércoles un informe al Consejo de Seguridad en el que aseguró que los piratas han capturado unos 65 barcos en lo que va de año y han obtenido unos 30 millones de dólares en concepto de rescates.


El informe alertó de que el aumento de los actos de piratería ha afectado gravemente al comercio internacional en la zona y ha debilitado al Gobierno somalí, además de profundizar la crisis humanitaria que sufre el país.


Las cifras ofrecidas por Ban no incluyen los 17 barcos que en la actualidad mantienen secuestrados los asaltantes marinos, entre los que se encuentran un carguero ucraniano con armas y un petrolero saudí con capacidad para dos millones de barriles de petróleo.


Uno de las consecuencias de la inestabilidad que sufre el país es que la ayuda humanitaria se ha vuelto más cara y peligrosa, apuntó.


Los buques mercantes que trasladan la ayuda corren el riesgo de ser asaltados en alta mar y los convoyes que la distribuyen en tierra tienen que pagar peajes a las milicias que montan puestos de control en las deterioradas carreteras del país, agregó Ban.


Asimismo, indicó que el embargo de armas impuesto al país por la ONU se viola constantemente, lo que contribuye a que la situación de seguridad en se haya deteriorado "extraordinariamente" pese al reciente acuerdo de alto el fuego.


La ONU está considerando internamente la posibilidad de enviar una misión de paz a Somalia para proteger el proceso de paz y facilitar la distribución de ayuda, pero el Consejo de Seguridad todavía no se ha pronunciado con claridad sobre si respalda el envío de fuerzas internacionales.