ALEMANIA

La nueva dirección del SPD quiere normalizar su relación con La Izquierda

Sigmar Gabriel y Andrea Nahles, designados por la cúpula del partido socialdemocrata para ocupar los cargos de presidente y secretario general de la agrupación, comenzaron a dar los primeros pasos para recuperar el poder en las elecciones legislativas de 2013. En sendas entrevistas, Gabriel y Nahles señalaron que están dispuestos, para alcanzar esa meta, a normalizar las relaciones con el partido La Izquierda, una posibilidad que era descartada radicalmente antes de las elecciones.


La nueva estrategia, que no está exenta de riesgos, podría ayudar a la formación de un poderoso bloque de izquierda, además de concluir el largo proceso de reunificación política del país. El SPD no descarta, según el futuro presidente de la socialdemocracia, una alianza con La Izquierda a nivel federal,


"Estoy a favor de tratar con La Izquierda y tampoco excluyo alianzas con ese partido, si ellas funcionan tan bien como ocurre en Berlín", dijo Gabriel, durante un programa de entrevistas en la televisión."Tampoco nada me impide pensar en una coalición a nivel federal en 2013, si los contenidos coinciden".


Andrea Nahles, una combativa dirigente del ala izquierda del SPD también anunció su deseo de buscar una nueva relación con los herederos del partido comunista de la ex RDA, aunque destacó que La Izquierda seguirá siendo un rival de su propio partido.


"Es necesario tratar a la Izquierda como un partido normal, pero ellos tienen que aclarar su relación con el poder", dijo la futura secretaria general de SPD.


Muchos no desean tener responsabilidades de gobierno, por eso es necesario normalizar las relaciones con ellos".


Hasta las elecciones del 27 de septiembre pasado, La Izquierda era vista por una amplia mayoría de la población como un paria político a causa de actitud beligerante, pero también por su propio pasado dictatorial. Pero el resultado que obtuvo el partido (11,9%) dejó al desnudo que la agrupación que dirigen Gregor Gysi y Oskar Lafontaine está echando raíces en todo en el país y no solo en los cinco nuevos estados federados, donde es la segunda fuerza.


Lafontaine y sus amigos tienen un problema que les cierra las puertas del poder a nivel federal. La Izquierda mira con escepticismo la política europea, pide la retirada inmediata de las tropas alemanas de Afganistán y la disolución de la OTAN.


Las declaraciones de Gabriel y Nahles aun no tienen un carácter oficial y solo serán valoradas en toda su dimensión cuando ambos sean elegidos por un congreso del partido, que tiene lugar a mediados de noviembre en Dresde.