REUNIÓN EN ZARAGOZA

La UE y los países centroamericanos buscan un acuerdo de libre comercio

La declaración final de la cumbre de la Conferencia eurocentroamericana, que se celebra este fin de semana en Zaragoza, incluirá la "firme" voluntad tanto de los países centroamericanos como de la Unión Europea (UE) por cerrar el Acuerdo de Asociación UE-Centroamerica durante el primer semestre de 2010, coincidiendo con la presidencia de turno española de la UE, informó esta madrugada el presidente de la Conferencia Eurocentroeamericana, David Balsa.


Ministros y viceministros de Exteriores de las nueve naciones centroamericanas y representantes de diferentes instituciones como el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de la UE, se reúnen desde ayer en la capital aragonesa para debatir una agenda política centrada en la crisis de Honduras, analizar una nueva estrategia para la seguridad y el desarrollo de Haití y estudiar la situación en la que se encuentran las negociaciones para el acuerdo de Asociación UE-Centroamérica.

Voluntad política

Durante las diferentes sesiones plenarias y comisiones celebradas este sábado, conversaciones que se alargaron hasta la madrugada del domingo, "todas las delegaciones han mostrado una voluntad política firme para alcanzar un acuerdo de asociación bajo la presidencia europea de España", aseguró Balsa.


El propio Gobierno español ha catalogado la firma de este Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambas regiones como una alta prioridad para la presidencia de turno española, por lo que envió a la cumbre de Zaragoza al director de la Oficina Económica del presidente, Javier Vallés. La relevancia de este tratado también ha sido señalada por los veintisiete en diferentes ocasiones, ya que la UE es el primer donante de ayudas al desarrollo en Centroamérica y el segundo mayor socio comercial de la región.


La "importancia" de firmar del acuerdo bajo la presidencia española de la UE se vio reflejada en las diferentes reuniones de la cumbre, aseguró el presidente de la Conferencia eurocentroamericana. "Las delegaciones de ambas partes reconocieron que si el Acuerdo de Asociación no se firma bajo presidencia española no se cerrará nunca", aseveró Balsa. "Estamos en un momento clave para la aprobación del tratado y en esto hay un claro consenso", agregó.


En la cumbre estuvieron presentes también el presidente del Parlamento Centroamericano, Jacinto Suárez, y el vicepresidente del Parlamento Europeo, Miguel ngel Martínez; así como representantes de organismos como el Banco Centroamericano de Integración Económica o la presidenta de la Corte Interamericana de Justicia.

Honduras, principal obstáculo

Sin embargo, Balsa admitió que la falta de acuerdo entre los diferentes países europeos respecto a la crisis política en Honduras está suponiendo un "obstáculo" para la aprobación del TLC. "Las negociaciones para el tratado de Libre Asociación están congeladas desde el pasado mes de junio por el golpe de Estado en Honduras", indicó.


Al tratarse de un acuerdo regional, la firma del tratado no puede llevarse acabo sin una solución a la situación hondureña. Todos los países condenaron el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, y tanto la Unión Europea como muchos de los países centroamericanos no han reconocido el resultado de las elecciones celebradas el pasado 28 de noviembre en Honduras, por lo que no existe ningún gobierno autorizado para negociar en representación hondureña.


El candidato del Partido Nacional a las elecciones, Porfirio Lobo, salió vencedor en los comicios y se ha mostrado dispuesto a decretar una amnistía general y a iniciar un proceso de diálogo con Zelaya en las próximas semanas. Sin embargo, el Gobierno 'de facto' hondureño ha asegurado que no dejará salir a Zelaya de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra refugiado desde septiembre, a no ser que solicite asilo en otro país (renunciando a la presidencia), algo a lo que Zelaya se niega.


"Estamos trabajando a contrarreloj para llegar a un acuerdo de consenso de cara a la declaración final de mañana. La crisis de Honduras tiene desviaciones que afectan a toda la comunidad centroamericana", reconoció Balsa. "Muchas cuestiones dependen de quien sea la persona que transmita la banda presidencial a Lobo el próximo 27 de enero", agregó en referencia al día en el que el presidente electo tomará posesión del cargo.


Balsa aclaró que existen "diferencias de criterio importantes" respecto a Honduras entre los diferentes países centroamericanos, pero se mostró "optimista" ante la consecución de un acuerdo durante las reuniones de este domingo. "Existe consenso en condenar el golpe de Estado, pero los problemas surgen en referencia a los últimos hechos", dijo refiriéndose a las elecciones y a la votación por la que el Congreso hondureño decidió la no restitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya.


"Costa Rica insiste en que hay que reconocer las elecciones pero otros países se niegan en rotundo y se están mostrando muy firmes en exigir la restitución de Zelaya ", especificó Balsa. En representación de Honduras a la cumbre de Zaragoza acudió la ministra de Exteriores de Zelaya, Patricia Rodas.


Otro punto sobre el que los delegados centroamericanos y europeos estuvieron debatiendo hasta altas horas de la madrugada fue la situación de inseguridad e inestabilidad que vive Haití que ha provocado la reciente destitución de la primera ministra del país, Michelle Pierre Louis.


"Varias delegaciones han planteado, con el respaldo del Parlamento Centroamericano, la celebración de una conferencia internacional sobre la reconstrucción económica y la estabilización política de Haití, a celebrar en España durante el primer semestre de 2010", informó el presidente de la Conferencia eurocentroamericana. "Se está tratando de llegar a un consenso también en este punto para incluirlo en la declaración final de Zaragoza", añadió.


La situación de Haití, el país más empobrecido de América Latina y en el que hay desplegados más de 9.000 soldados y policías de la ONU --la mayoría enviados por países latinoamericanos--, se ha degradado en los últimos meses.


Cerca de 2 millones de haitianos han emigrado a la vecina República Dominicana, frenando el desarrollo y el crecimiento de esta nación. "Efectivamente, la situación está afectando a República Dominicana, y su delegación está tratando de que se alcance una solución", apostilló Balsa.