Blog - Los desastres de la guerra

por Gervasio Sánchez

CONSEJO EUROPEO

La UE se impone estabilidad financiera

Berlín, París y Londres sellan en la cumbre una alianza para congelar el presupuesto europeo hasta 2020.

La canciller alemana, Angela Merkel, conversa con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ayer en Bruselas.
La UE se impone estabilidad financiera
OLIVIER HOSLET/EFE

La Unión Europea emitió ayer un mensaje inequívoco de unidad y firmeza y los socios del euro expresaron, además, su determinación para no dejarse zarandear por los especuladores financieros, al término de un Consejo en el que los Veintisiete adoptaron decisiones de muy largo alcance que van a cambiarle la faz a la Unión Monetaria en menos de medio año.


"El euro y Europa son indisociables", decía al término de la reunión Angela Merkel, enfatizando las tesis por ella defendidas contra viento y marea en Berlín y Fráncfort estas últimas semanas.


Para la canciller alemana la suerte de Europa está unida a la moneda única, y nadie será dejado a su suerte en el duro proceso de ajuste que viven las economías comunitarias (también es verdad que unas más que otras), después del desbarajuste motivado por la crisis internacional y las intervenciones masivas con recursos públicos para evitar el desfondamiento del sistema financiero.


"Hemos tomado medidas contundentes para mantener la estabilidad financiera y fomentar el retorno a un crecimiento sostenible", recogía el comunicado final de la cumbre, para dar cuenta, inmediatamente después, de la decisión de crear un fondo permanente de estabilización del euro, con la correspondiente -y ya pactada- reforma del Tratado de Lisboa, que constituye el acuerdo principal de la conferencia.


Desprovisto de retórica, el nuevo mecanismo de estabilidad no es otra cosa que un colchón financiero de dimensiones todavía no concretadas (se habla de sumas parecidas a las actuales del mecanismo transitorio, es decir 440.000 millones de los socios del euro, 60.000 de la Comisión y 250.000 del FMI), en el que las economías aquejadas de debilidades podrían recabar financiación a precios moderados con la que hacer frente a sus compromisos de pago.


No hay todavía cifras

Merkel no cifraba la cuantía del nuevo mecanismo. "Tendrá que ser convincente", aducía, para eludir el pronunciamiento sobre cifras que todavía no están sobre la mesa. Existe la determinación de que la nueva facilidad financiera tenga la máxima calificación (la triple A), lo que impone un margen del 20% en reserva permanente. Y pesan lo mismo en el debate las opiniones de quienes creen que con lo que hay basta, y las de quienes consideran que habría que incrementarlo, al menos para mantener la calificación máxima apurando el margen existente (lo que implicaría un incremento de 88.000 millones en el tramo de 440.000 reservado a los socios del euro).


Lo que la cumbre ha descartado es la propuesta italiano-luxemburguesa de los eurobonos para financiar a países comunitarios en dificultades. "No es un tema que esté sometido a discusión, ni en la agenda", señalaba el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero en rueda de prensa. Existe una firme oposición de las principales economías de la zona del euro -la francesa y la alemana en primer lugar, pero también en otras que se predican austeras por principio, como la holandesa- para poner en marcha un mecanismo que, en el fondo, serviría para financiar el dispendio de los derrochadores.


El mecanismo de apoyo a los países en dificultades lleva emparejadas tales exigencias que apelar a él será, en la práctica, un último recurso por las administraciones nacionales que lo requieran.


Pero también la hipótesis de unas cuentas públicas desbocadas, como las detectadas estos últimos meses a raíz de la crisis, se aleja del horizonte de posibilidades de la zona del euro, con todas las medidas preventivas, controles y sanciones que el paquete global de gobernanza económica contempla.


Los que se instala en Europa es "la cultura de la estabilidad financiera", apuntaba Merkel, que es la que sustenta la política económica de Alemania desde la posguerra y sobre cuyo paradigma se construyó el euro. Y como para reforzar la idea, Berlín, París y Londres sellaban una alianza -según el británico Cameron- para congelar el presupuesto europeo en el nuevo periodo de Perspectivas Financieras 2014-2020 cuya negociación comienza a mediados de 2011.