COLOMBIA

La Iglesia confiesa contactos con el jefe máximo de las FARC

La Iglesia católica colombiana confirmó que ha tenido contactos telefónicos con el máximo jefe de las FARC, "Alfonso Cano", quien le ha manifestado su interés en iniciar diálogos de paz con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe.


El cardenal Darío Castrillón, ex presidente de la congregación del clero y de la pontificia comisión "Ecclesia Dei", reveló hoy la existencia de esos contactos a la salida de una reunión con el presidente colombiano, Álvaro Uribe.


La afirmación del prelado de que los jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) le han manifestado "voluntad de diálogo" contrasta con las declaraciones que el mismo "Alfonso Cano" hizo esta semana a la revista Cambio, que las publicará en el número que sale mañana, jueves, a la calle.


El contenido de la entrevista no ha sido adelantado aún, pero el director de Cambio, Rodrigo Pardo, dijo a Efe que lo que más llama la atención es "el tono agresivo" del máximo líder de las FARC.


Según Pardo, "es un tono sorprendentemente agresivo", que acaba con "algunas expectativas de un discurso más político y de mayor disposición a abrir canales de diálogo" que se generaron cuando "Alfonso Cano" llegó a la cúpula de las FARC en reemplazo de "Tirofijo", fallecido el año pasado.


En la entrevista, hecha por internet, "Alfonso Cano" se muestra "muy radical y sin confianza alguna hacia el Gobierno", lo que deja "muy pocas esperanzas", agregó Pardo, precandidato presidencial por el Partido Liberal.


La razón de esta diferente percepción acerca de la actitud del dirigente guerrillero puede ser que Castrillón conversó con él en abril y desde entonces han ocurrido cosas como el anuncio de que Colombia negocia con EEUU un acuerdo para que militares estadounidenses usen bases de las Fuerzas Armadas de este país.


En un comunicado del 28 de julio, las FARC afirmaron que ese posible acuerdo con Estados Unidos es un "acto de alta traición a la patria" y una "afrenta a la dignidad nacional y a la memoria de todos los mártires del ejército libertador de Bolívar".


Según las FARC, el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos es la "cabeza de puente de una guerra, dirigida desde Washington, contra gobiernos, países y pueblos hermanos que luchan consecuentemente por un desarrollo soberano y por la integración latinoamericana".


Tras reunirse con Uribe, el cardenal, que habló con los rebeldes en virtud de la autorización para mediar ante las FARC que el presidente les dio a los obispos, afirmó hoy: "sí, he tenido conversaciones telefónicas con 'Alfonso Cano' (alias de Guillermo León Sáenz), y con otro que en este momento se me escapa su nombre".


"Jefes de grupos de oposición armada han hablado conmigo, han estado en mi casa y han manifestado también la voluntad de diálogo", agregó al señalar que con eso se abre "una luz de esperanza".


Castrillón, de 80 años, precisó que la conversación con "Alfonso Cano" fue pocos días antes de que el presidente Uribe viajara al Vaticano, el pasado 29 de abril.


Asimismo, indicó que el mandatario mantiene la puerta abierta al diálogo sin dejar de lado su deber constitucional de velar por la seguridad de los colombianos.


"El presidente ha tenido siempre una puerta abierta al diálogo, en el diálogo se hacen los acuerdos, uno de ellos evidentemente el acuerdo humanitario (...) y yo soy testigo personal de cómo él ha manifestado esto", añadió.


Las FARC han señalado en reiteradas ocasiones que la Iglesia no es un mediador válido para acercamientos de paz, pero han avalado su participación en algunas liberaciones de rehenes.


La Iglesia colombiana reunida en pleno pidió en julio pasado a las FARC iniciar un diálogo directo con el Gobierno colombiano y solicitó a "Alfonso Cano" establecer conversaciones directas.


Uribe señaló en abril pasado que los únicos autorizados para establecer contactos con las FARC para concretar la entrega de rehenes en poder de esa guerrilla son la Iglesia Católica y la Cruz Roja Internacional.


Sin embargo, dos meses después autorizó que la congresista de oposición Piedad Córdoba participase también en la entrega de rehenes que los rebeldes anunciaron que liberarán.


Las FARC anunciaron en abril que dejarán en libertad al cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, quien lleva casi 12 años secuestrado en la selva, y a otro soldado, y que los entregarán a Córdoba.


Además, prometieron entregar el cadáver de un policía que murió en cautiverio.