EEUU

La guerra de la gasolina espolea la campaña

Dos candidatos prometen bajar inmediatamente el precio eliminando temporalmente los impuestos.

"`Es la economía, estúpido!". La frase de Bill Clinton a George H. Bush en 1992 vuelve a ser cierta en plena recesión. Por eso John McCain y Hillary Clinton han prometido algo que pesa en todos los votantes: bajar el precio de la gasolina de la noche a la mañana. ¿Cómo? Vendiendo gasolina libre de impuestos.


La idea de McCain fue adoptada rápidamente por Clinton, que no tiene reparos en copiar todo lo que funciona a sus rivales. Para irritación de los votantes, Barack Obama la ha tirado por tierra.


"`Es una irresponsabilidad!", bramó. Según él, con esa medida se hipotecaría el futuro del país, ya que esos impuestos van destinados a la construcción de carreteras y puentes. Sólo en Indiana estima que se perderían este verano 6.000 puestos de trabajo.


Hillary Clinton tiene una idea mejor: compensar esa pérdida con una taxa adicional sobre los beneficios que obtienen las compañías petroleras. "`Que sean ellos los que paguen!", ha dicho.


Y con el barril de petróleo batiendo récords todas las semanas, la idea de recortarle beneficios a las petroleras suscita sonrisas entre demócratas y republicanos.


Economistas y políticos dan la razón a Obama, pero también admiten que su postura puede ser muy honesta pero poco popular.


Consciente de ello, Clinton ha elevado la apuesta: `Que se retraten todos y nos digan ahora si están con nosotros (la clase trabajadora) o no!", dijo el viernes. Su propuesta es que el Congreso vote suspender esos impuestos durante las vacaciones de verano, lo que ha tenido poco éxito entre los legisladores.


Obama asegura que el consumidor medio sólo ahorraría 30 centavos de dólar diarios, o sea, 28 dólares en tres meses, a cambio de efectos devastadores en la infraestructura del país. Clinton se frota las manos: su rival está fuera de contacto con la realidad del pueblo, acusa, con ese dinero una familia podrá comprar otro libro de texto en otoño. Los votantes opinan el martes.