REVUELTA POPULAR EN TÚNEZ

La fórmula de quemarse vivo como protesta se extiende de Túnez a otros países de la zona

En Argelia cuatro personas han emulado al joven Bouazizi, que falleció. "La época de los dictadores terminó", destaca un analista.

Entrada del hospital donde está ingresado el egipcio que se quemó a lo bonzo (arriba a la derecha).
La fórmula de quemarse vivo como protesta se extiende de Túnez a otros países de la zona
M. A./AFP

El joven informático tunecino Mohamed Bouazizi se prendió fuego para protestar por la falta de perspectivas para los jóvenes y la corrupción. Las manifestaciones posteriores desembocaron en el derrocamiento del régimen autocrático del presidente Ben Alí y ahora el ejemplo de Bouazizi, muerto el 4 de enero y convertido en símbolo de la revuelta, ha cundido en otros países del entorno como Egipto, Mauritania y, especialmente, Argelia. "Túnez es ahora el modelo a seguir para todos los árabes. La época de los dictadores y las dictaduras ha terminado", sostiene el analista político y profesor de Políticas en la Universidad de Argel, Mohamed Lagab.

Argelia. El fenómeno ha encontrado un eco especial en este país, donde nunca antes se había dado esta forma de protesta. Un total de cuatro personas se han rociado con gasolina y se han prendido fuego en distintos puntos. Todos ellos se encuentran con vida, aunque hospitalizados. El último caso se produjo el domingo, cuando un desempleado de 34 años, llamado Senuci Tuat, se derramó gasolina y se prendió fuego en la parte inferior de su cuerpo para protestar contra las malas condiciones de vida delante de la sede de las fuerzas de seguridad en Mostaganem.

Mauritania. En Nuakchot, la capital, ayer un empresario de 40 años procedente de una familia rica, Yaghoub Ould Dahoud, se prendió fuego delante del palacio presidencial. Su objetivo era protestar contra el presunto maltrato por parte del Gobierno hacia su tribu. El hombre se encerró en su coche, se roció con gasolina y se prendió fuego antes de que las fuerzas de seguridad y los peatones consiguieran romper las ventanillas para rescatarlo. Su vida no corre peligro.

Egipto. Un ciudadano egipcio se quemó ayer a lo bonzo frente al Parlamento egipcio, en el centro de El Cairo, para protestar por el cierre de un restaurante que poseía en la provincia de Ismailiya. El individuo, que se encuentra hospitalizado en estado grave, protestaba contra el gobernador de esa provincia por la clausura de su establecimiento. Al parecer, el hombre intentó entrar en el Parlamento egipcio para exponer su problema y después de que le impidieran el ingreso se roció con gasolina y se prendió fuego.

Marruecos. Los servicios de seguridad marroquíes han recibido instrucciones, tras los acontecimientos de Túnez, para evitar protestas y "roces" con los ciudadanos, además de para intensificar su presencia en algunos lugares, señaló ayer el diario oficialista 'Assabah'.

Yemen. Mil estudiantes se manifestaron el domingo en Saná para pedir a los pueblos árabes que se subleven contra sus dirigentes.

La India. El Congreso de Trinamol, principal aliado de la coalición del Gobierno del Partido del Congreso, apoyó ayer las protestas contra la subida de los precios de la comida, lo que refleja el descontento de los socios gubernamentales que temen que el enfado de la gente se traduzca en un rechazo en las elecciones locales de este año.