CRISIS EN LOS BALCANES

La embajada de EE.UU. en Belgrado evacúa a familiares y personal de apoyo

La delegación ha quedado cerrada al público tras el incidente del jueves pero reabrirá sus puertas el próximo martes, una vez se hayan podido reparar los daños causados por el fuego.

La embajada de EE.UU. en Belgrado ha decidido la evacuación de los familiares y del personal no imprescindible en la delegación diplomática después de que manifestantes asaltaran y prendieran fuego al edificio. El embajador, Cameron Munter, y el personal básico permanecerán en Belgrado, informó el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.


La delegación ha quedado cerrada al público tras el incidente del jueves pero reabrirá sus puertas el próximo martes, una vez se hayan podido reparar los daños causados por el fuego, que dejó al menos un muerto entre los manifestantes. Aunque continúa la evaluación de los daños, McCormack indicó que los documentos confidenciales de la embajada se encuentran en lugar seguro. Washington ha criticado la seguridad ofrecida por las autoridades serbias.


En declaraciones a la cadena de televisión CNN, el "número tres" del Departamento de Estado, Nicholas Burns, indicó que ha advertido al primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, de que le considerará "personalmente responsable" de cualquier otro incidente que pueda producirse contra la embajada.


El jueves, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que la misión diplomática fue atacada "por matones" y que la policía serbia no hizo nada para impedirlo. Añadió que el Gobierno de EE.UU. ha trasladado a las autoridades serbias su "preocupación y malestar" por los incidentes.


El asalto se produjo tras una gran manifestación, convocada por el Gobierno serbio, para protestar contra la independencia de Kosovo. Otras delegaciones diplomáticas de países que apoyan a la ex provincia serbia, como la británica o la turca, también resultaron objeto de las iras de los manifestantes, aunque no sufrieron daños.


El Departamento de Estado ha emitido una alerta de viaje a los ciudadanos estadounidenses en Serbia en la que insta a la "máxima cautela" y a evitar zonas de posibles manifestaciones. La declaración de independencia de Kosovo el pasado día 17 ha exacerbado la tensión en los Balcanes, y las embajadas estadounidenses en repúblicas ex yugoslavas como Montenegro o Bosnia-Herzegovina han endurecido sus medidas de seguridad. Para muchos serbios, Kosovo tiene la fuerza del mito, como cuna de la nación y centro de un pequeño imperio medieval serbio que cayó ante los avances del poderoso imperio otomano en 1398.