La Unión Cristianodemócrata (CDU) reclamó este lunes el derecho a formar gobierno en el estado federado de Hesse tras ganar, aunque por un estrecho margen, al Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones regionales.

"La CDU tiene el encargo de formar gobierno. Hay una tradición según la cual el partido más fuerte tiene ese encargo y eso es algo que los socialdemócratas aceptarán a lo largo del día", dijo el secretario general de la CDU, Ronald Pofalla, en declaraciones a la Segunda Televisión Alemana (ZDF).

También el primer ministro de Hesse, el cristianodemócrata Roland Koch, dijo que consideraba que tenía el encargo de formar gobierno aunque aceptó que todo depende de si el SPD opta por usar la posibilidad de formar una coalición de izquierdas con Los Verdes y el Partido de la Izquierda.

La CDU obtuvo el 36,8 por ciento de los votos, el SPD el 36,7; el Partido Liberal (FDP) el 9,4 por ciento, Los Verdes el 7,5 por ciento y el Partido de la Izquierda el 5,1 por ciento.

Esos resultados no le dan una mayoría a una coalición de la CDU con su aliado natural, el FDP, con lo que la única opción de gobierno sería una gran coalición con el SPD.

No obstante, la líder regional del SPD, Andrea Ypsilanti, ha descartado esta opción diciendo que en el caso de Hesse no funcionaría debido a las hondas diferencias que hay entre los dos partidos en ese estado federado.

Ypsilanti podría formar gobierno si se aliara con Los Verdes y el Partido de la Izquierda pero ha descartado una cooperación con esta última agrupación.

La otra posible coalición tripartida de SPD, Los Verdes y el FDP ha sido descartada por los liberales Teóricamente, la CDU podría recurrir a una coalición tripartita con Los Verdes y los liberales, lo que en su momento el propio Roland Koch planteo a nivel federal como alternativa a la gran coalición antes de la elección de Angela Merkel.

En el caso concreto de Hesse, sin embargo, es difícil un acercamiento entre Los Verdes y la CDU debido a la evidente animadversión que existe entre Koch y el líder verde Tarek Al-Wazir.

Koch ha hecho dos campañas que han sido interpretadas como xenófobas, una en 1999 cuando basó su lucha electoral en la lucha contra la doble nacionalidad y otra ahora cuando tomó como tema la criminalidad entre jóvenes extranjeros, y eso es algo que ha aumentado la distancia ante Al-Wazir, de padre yemenita.

Incluso, en algunos encuentros, Al-Wazir se ha negado a darle la mano a Koch y algunos analistas dicen que el líder verde ha interpretado las campañas de Koch casi como ataques personales.