La catedral de San Pablo de Londres decidió retirar sus acciones legales contra los 'indignados' que acampan a los pies del templo, ya que sus responsables quieren una solución "constructiva" y evitar el "desalojo forzoso".

La catedral anglicana y los manifestantes anticapitalistas han protagonizado un enfrentamiento en torno a la continuidad de la acampada, que ha motivado la dimisión de dos de sus máximos responsables.

De manera unánime, las autoridades de San Pablo han decido dejar a los manifestantes que continúen su protesta, y un portavoz aseguró hoy que prefieren tratar "directa y constructivamente" con los manifestantes "sin la amenaza de un desalojo por la fuerza".

Sin embargo, las autoridades municipales de la City, el distrito financiero de Londres, mantienen su intención de desalojar por la fuerza a los 'indignados'. La corporación tiene previsto enviar hoy una carta al grupo de manifestantes en la que les da 48 horas para desmontar el campamento o será un tribunal quien obligue el desalojo.

Aunque en un principio los responsables de la catedral autorizaron la acampada, días después tomaron la decisión de cerrar el templo debido a problemas de seguridad y más tarde anunciaron que tomarían medidas legales contra los manifestantes.

La movilización londinense 'Ocupar la Bolsa de Londres', que se inició el 15 de octubre como parte de la convocatoria internacional contra los excesos del sistema financiero, se tuvo que instalar en las cercanías de la catedral de San Pablo debido a que los terrenos que ocupa el parqué bursátil son privados.