LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

La campaña continúa en el sur sin un claro favorito republicano

Tras las votaciones del sábado en Nevada y Carolina del Sur, parece claro que la candidatura demócrata a la Casa Blanca será para Hillary Clinton o Barack Obama, pero la la republicana sigue siendo, todavía hoy, una gran incógnita.

En el lado demócrata, Clinton y Obama continúan con el "tira y afloja" que ha caracterizado hasta ahora sus campañas, en tanto que en el Partido Republicano las posibilidades están todavía abiertas.


Hillary Clinton se impuso el sábado a su rival más directo Barack Obama, gracias al apoyo del electorado femenino y al voto latino, que se volcó con ella y le dio la victoria. Esta es la segunda victoria consecutiva para la ex primera dama, que ganó las primarias de Nuevo Hampshire, en tanto que Obama, de momento, sólo ha ganado en Iowa.


Ambos candidatos se trasladan ahora al conservador estado de Carolina del Sur, donde los demócratas celebran el próximo 26 de enero sus primarias, y donde la comunidad afroamericana tiene una gran influencia.

En los "caucus" de Nevada, más del 80% de los votantes negros apoyó al senador de Illinois, un porcentaje que, si se repite el próximo sábado, le haría favorito para ganar las primarias de su partido en Carolina del Sur. Las últimas encuestas nacionales indican que Hillary Clinton ha perdido apoyo entre los votantes afroamericanos, ya que el 59% de los afroamericanos demócratas apoya a Obama y el 31 a la senadora por Nueva York. En un anterior sondeo, Hillary tenía una ventaja de 28 puntos porcentuales sobre su contrincante en este sector del electorado.


El otro candidato demócrata, el ex senador John Edwards, que únicamente logró el 4 por ciento de los votos en los "caucus" de Nevada y se colocó en tercer lugar, tiene posibilidades de lograr un nuevo impulso a su campaña en Carolina del Sur, estado donde nació y que ya le dio la victoria en las primarias de 2004.


Tras el desafío de Carolina del Sur, los candidatos demócratas se preparan para el "Supermartes", el 5 de febrero, fecha en la que 22 estados, algunos de ellos claves, celebran sus primarias.


Obama y Clinton jugarán en "casa" en los estados de Illinois y Nueva York, de donde son respectivamente senadores. El "Supermartes", desde luego, estará muy reñido.

Interrogantes republicanos


En el lado republicano, el interrogante es otro. Mientras que entre los candidatos demócratas sobresalen dos claros favoritos, en el Partido Republicano da la sensación de que cualquiera puede ganar.


Los "caucus" republicanos de Nevada y las primarias en Carolina del Sur del sábado han confirmado que no hay un claro favorito republicano.


El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, triunfó en Nevada con una gran ventaja sobre sus rivales, en tanto que el senador por Arizona, John McCain, ganó en Carolina del Sur en una reñida contienda con el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee.


Tanto para Romney como para McCain es la segunda gran victoria, ya que el primero ganó en Michigan y el segundo en Nueva Hampshire. uckabee, por su parte, no ha podido repetir su victoria de Iowa. Los republicanos se centran ahora en las primarias del 29 de enero en Florida, estado con una gran comunidad hispana.


Allí les espera ya desde hace semanas el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, que ha dedicado todos sus esfuerzos en ese estado en la esperanza de lograr, por fin, una victoria que le permita remontar su actual desventaja.


La estrategia de Giuliani es pasar de los estados pequeños -como Iowa y Nuevo Hampshire- para concentrarse en los que más delegados envían a las convenciones. Por eso, el exalcalde de Nueva York ha estado prácticamente desaparecido en las anteriores contiendas, algo que algunos analistas critican al considerar que un candidato que quiere ser el próximo presidente de EE.UU. tiene que "aparecer de vez en cuando".


Ahora toda la atención mediática está puesta en las primarias de Florida, y la gran pregunta es si Giuliani logrará el apoyo que tanto necesita.


Las últimas encuestas muestran a McCain como favorito a nivel nacional, seguido por Huckabee y Mitt Romney. Por eso, el "Supermartes" es de vital importancia para los candidatos republicanos, porque allí podría quedar más despejado el camino hacia la Casa Blanca para uno de ellos. Hasta entonces, las quinielas seguirán animando las tertulias de ciudadanos y medios de comunicación estadounidenses.