AFGANISTÁN

Karzai releva al ministro del Interior por un ataque

El Gobierno afgano revisará la situación de presos talibanes para allanar el diálogo.

El presidente afgano, Hamid Karzai, destituyó al ministro del Interior, Mohamed Hanif Atmar, y al jefe de los servicios secretos, Amrulá Saleh, por no haber podido evitar los ataques contra la 'jirga' o asamblea de paz que se celebró en Kabul entre el miércoles y viernes pasados.

En un comunicado, el Palacio Presidencial informó de que Karzai pidió explicaciones a ambos sobre los ataques talibanes contra la 'jirga'. "Dado que las explicaciones ofrecidas por el ministro del Interior y el director de Seguridad Nacional no fueron convincentes, el presidente Karzai aceptó la dimisión de ambos", reza la nota.

El actual viceministro del Interior, Munir Mangal, reemplazará a su superior inmediato, mientras que Ebrahim Spinzada asumirá la jefatura de los servicios secretos, ambos de forma provisional hasta que se designe a otros sustitutos.

Durante la inauguración de la 'jirga', el miércoles, un cohete cayó en el área de Badam Bagh, a unos 600 metros de la carpa habilitada para la reunión, justo cuando Karzai pronunciaba su discurso de apertura. "Siéntense, todo va bien -conminó entonces Karzai a los delegados-. Estamos acostumbrados a esto. Todo el mundo lo está, incluso mi hijo de tres años". Poco después, otro proyectil llegó a penetrar en el recinto, a unos 50 metros de la tienda de campaña que congregaba a los 1.600 delegados, sin víctimas en ambos casos.

Las autoridades afganas dijeron el mismo día haber abortado un asalto suicida al haber matado a dos insurgentes y arrestado a un tercero equipados con lanzagranadas y chalecos explosivos adosados a sus cuerpos.

En una rueda de prensa, el portavoz del Interior, Zemarai Bashary, amplió ayer que las fuerzas afganas arrestaron a un total de 15 talibanes que se habían dividido en tres comandos para atacar la 'jirga'. Uno de los insurgentes llegó a ser detenido cuando ya estaba dentro de la tienda de la asamblea, según Bashary, quien dijo que nueve de los integristas iban armados con ametralladoras y chalecos suicidas.

Liberar a detenidos sin pruebas

Por otra parte, en un gesto para facilitar el diálogo con el movimiento talibán, Karzai ordenó ayer revisar los casos de los prisioneros insurgentes y se comprometió a liberar a los detenidos sin pruebas criminales sólidas. Para acometer esta revisión, Karzai anunció la creación de un comité dirigido por el Ministerio de Justicia y con representación del Tribunal Supremo, la Fiscalía, la Comisión de Paz y Reconciliación y el equipo legal de Presidencia.

El panel revisará los casos de los prisioneros encarcelados "por su conexión con la oposición armada" y deberá elaborar una lista con los detenidos susceptibles de ser liberados. "Como gesto de buena voluntad, el Gobierno debe actuar de forma inmediata y firme para liberar a varios detenidas en base a información imprecisa o acusaciones sin corroborar", reza el decreto. El presidente enmarcó la iniciativa en un esfuerzo por aplicar "las recomendaciones hechas por la histórica 'jirga' de paz.