El presidente afgano, Hamid Karzai, desmintió que haya existido un fraude masivo en las elecciones presidenciales de agosto, pese a que los observadores europeos calcula que hay 1,5 millones de votos sospechosos.

En rueda de prensa celebrada en Kabul, Karzai se felicitó por sus resultados -a priori, ha obtenido más de la mitad de los votos-, pero puntualizó que habrá que esperar a la revisión de los sufragios y el nuevo recuento de la Comisión Electoral afgana (IEC).

La IEC anunció este miércoles los datos provisionales finales del escrutinio, según los cuales Karzai obtuvo el 54,6 por ciento de los votos, un porcentaje que le permite ser reelegido sin necesidad de acudir a una segunda vuelta.

Los resultados dependen aún de un nuevo recuento ordenado el martes a la IEC por la Comisión de Quejas (ECC), que afectará a las papeletas depositadas en 2.500 de los 26.000 centros de voto -poco menos del 10 por ciento del total-, en los que hay sospechas de fraude.

Además, la misión de observadores de la Unión Europea (UE), que ha supervisado los comicios, cifró el miércoles en 1,5 millones los votos "sospechosos" de ser fraudulentos, 1,1 millones de ellos favorables a Karzai.

A pesar de pedir una investigación para los votos sospechosos, el actual presidente afirmó en su comparecencia que el fraude cometido es mucho menor del publicado por los medios, y que es comparable al que se registra en cualquier otro país del mundo.

La orden de volver a contar estos votos es importante porque, de ser todos anulados, Karzai no lograría superar el 50 por ciento necesario para ser reelegido automáticamente, y debería acudir a una segunda vuelta con el segundo candidato más votado, Abdulá Abdulá.

Según datos de la Comisión Electoral, la participación en las elecciones presidenciales -celebradas el 20 de agosto- fue de un 38,7 por ciento del cuerpo electoral, con un total de 5.662.758 votos emitidos.