CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

John McCain, héroe de guerra en Vietnam y experimentado senador

John McCain ha sido, a sus 72 años, el candidato a la Casa Blanca de mayor edad de la historia. Combatiente en Vietnam, donde fue secuestrado y torturado durante años, ha desarrollado una amplia carrera política, sobre todo en el Senado, donde ha colaborado estrechamente con su rival en las elecciones de mañana, Barack Obama. En el año 2000 se presentó a candidato a la Presidencia, pero el actual mandatario, George W. Bush, le ganó en las primarias.


John Sidney McCain III nació en la localidad panameña de Coco Solo, en la zona del Canal, el 29 de agosto de 1936. Siguiendo la tradición familiar, se graduó en la Academia Naval de Estados Unidos en 1958 y desde el principio destacó como aviador naval, pilotando cazabombarderos desde portaaviones.


En 1967, durante una misión en Vietnam del Norte, su avión fue derribado y McCain pasó los siguientes cinco años --dos de ellos en aislamiento-- como prisionero de guerra. Las torturas que sufrió por parte de sus captores y los largos periodos sin alimentos le han dejado secuelas físicas permanentes.


Durante su cautiverio, su primera mujer, Carol Shepp, sufrió un accidente de tráfico que le dejó graves secuelas físicas. Tras divorciarse en 1980, McCain se casó en 1981 con su actual esposa, Cindy, hija del rey de la industria de la cerveza de Arizona y con una fortuna de 200 millones de dólares.


Los siete hijos del senador se llevan cuatro décadas de diferencia y son fruto de los dos matrimonios. Con Carol Shepp tiene tres hijos: Doug, nacido en 1959 y piloto, y Andrew, nacido en 1962, ejecutivo. Ambos eran hijos de Shepp y fueron adoptados por el candidato cuando eran niños. La hija biológica del matrimonio, Sidney (1966) trabaja en la industria musical.


Con su mujer actual tiene otros cuatro hijos: Meghan (1984), periodista; Jack (1986), que sigue los pasos de su padre en la academia naval; Jimmy (1988), actualmente destinado en Irak, y Bridget (1991), adoptada en Bangladesh.


En 1982, John McCain fue elegido para la Cámara de Representantes por el estado de Arizona, adonde se había mudado con su mujer, Cindy, después de retirarse de la Armada. Cuatro años después obtuvo un asiento en el Senado, que renovó en las siguientes elecciones legislativas hasta 2004.


En el año 2000 se presentó por primera vez a las primarias del Partido Republicano para ser el candidato a la Casa Blanca, pero perdió contra George W. Bush. Así pues, este año se volvió a presentar y, contra todo pronóstico, se convirtió en seguida en el aspirante más votado, superando ampliamente a sus rivales.


Campaña electoral


Una de las armas que más ha utilizado en la campaña electoral desde que fue elegido en la Convención Republicana de principios de septiembre ha sido su larga experiencia política, algo que ha usado frente a Obama, al que acusa de recién llegado. "El próximo presidente no va a tener tiempo de acostumbrarse a su cargo. A mí se me ha puesto a prueba, pero al senador Obama no", ha llegado a decir.


Además, su estrategia de campaña ha estado centrada en distanciarse lo más posible de las políticas de su antecesor, pero no lo bastante como para perder el apoyo de las bases más conservadoras del Partido Republicano. Así pues, ha apoyado, aunque tímidamente, el plan de rescate financiero de Bush, pero ha ofrecido caminos para salir de Irak y Afganistán, las dos guerras que deja Bush en herencia, y en sus discursos también ha hablado de cambio.


John McCain es calificado por muchos analistas como un 'rebelde' dentro del republicanismo estadounidense. Durante su experiencia en el Senado se ha enfrentado con colegas de partido en temas como inmigración, cambio climático y reforma de la financiación electoral.


Además, aunque apoyó el envío de tropas a Iraq en el año 2003, después ha representado una de las voces más críticas con respecto al desarrollo del conflicto y a la actitud permisiva del Gobierno y el Ejército sobre la tortura de prisioneros.


No obstante, siempre se mostró a favor del envío de más batallones para hacer frente a la insurgencia. "Cuando la guerra en Irak iba mal y el público perdía la confianza, John se levantó y exigió más tropas. Y ahora estamos ganando", recordó el senador y antiguo rival de McCain en las primarias Fred Thompson.


El candidato republicano también se ha mostrado a favor de recuperar las alianzas, sobre todo en Europa, puestas en entredicho durante la primera Administración Bush. "Nuestro poder no significa que podamos hacer lo que queramos cuando queramos, ni debemos asumir que poseamos toda la sabiduría y el conocimiento necesarios para tener éxito. Necesitamos escuchar los puntos de vista y respetar la voluntad colectiva de nuestros aliados democráticos", ha afirmado.


Crisis financiera


Pero sin duda alguna la crisis financiera es lo que más daño ha hecho a la campaña de McCain. Su vinculación con Bush, y por tanto con la política económica de la actual Administración, así como su falta de propuestas de soluciones en los tres debates frente a Obama le han restado credibilidad para hacer frente a la situación.


De hecho, en los últimos dos meses su popularidad ha ido decreciendo y sólo a principios de septiembre lideró las encuestas de intención de voto. El resto del periodo de campaña electoral, McCain ha tenido que hacer frente a críticos y a encuestas que le dan como perdedor incluso en estados tradicionalmente republicanos.


Sin embargo, en uno de sus últimos discursos, el senador por Arizona, que en ningún momento había recurrido a su pasado como prisionero de guerra en Vietnam como arma política, aseguró: "Estamos unos pocos puntos por debajo, lo sé. Pero a este candidato ya le han dado por muerto otras veces y siempre ha regresado".


Los expedientes médicos de McCain han sido otro de los temas más tratados en los medios de comunicación durante la campaña, ya que en 1993 le detectaron por primera vez un cáncer de piel y en el año 2000 le extrajeron un melanoma maligno en el lado izquierdo de su cara, del que se ha recuperado.


Pero además de estas enfermedades, aparte de las secuelas físicas de sus años como prisionero de guerra en Vietnam, los estadounidenses están preocupados por la edad del candidato. En una encuesta reciente, casi la mitad (47 por ciento) de los electores, temía que McCain no termine su mandato si es elegido presidente. Ante esta situación, su equipo de campaña envió a los principales medios una copia de las más de 1.000 páginas de sus expedientes médicos.