Italia se inventó un comando fantasma, conocido como "Terzo Corpo" ("Tercer Cuerpo") y que en teoría estuvo operativo desde 1950 y hasta 1972, para intimidar a las fuerzas militares de los países comunistas integrantes del Pacto de Varsovia (1955), asegura el diario italiano "La Stampa".

El rotativo afirma que este comando militar, con sede en la ciudad de Padua (noreste), fue teóricamente creado en plena Guerra Fría para entrar en acción en caso de conflicto bélico contra los países del Bloque del Este europeo, liderados por la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Este comando "generó una infinita correspondencia que servía para confundir al enemigo. Sus comunicaciones han viajado de una oficina a otra, con supuestas listas de cañones y depósitos de carburante o municiones, para demostrar una fuerza que Italia no tenía", dice el periódico.

"Así -añade- Moscú habría sido engañado sobre la consistencia verdadera de nuestro ejército", después de que sus espías hubieran interceptado las cartas y las hubieran leído.

El problema ahora, según el diario, es poder desclasificar toda esa correspondencia que circulaba entre la Administración Pública italiana de la época, ya que las cartas supuestamente enviadas por ese "Terzo Corpo" llevaban un sello con la palabra "secreto".

Estas cartas "se han convertido mientras tanto en una pesadilla legal y burocrática. Se busca la sutileza. Una solución a la italiana", dice "La Stampa", quien asegura que el actual Ejército de Italia quiere indagar sobre este comando "virtual".

Y es que, según las leyes italianas, sólo el órgano que ha impuesto el secreto a unos documentos oficiales puede ser el que desclasifique tales documentos, por lo que las autoridades del país, dice el diario, se preguntan ahora cómo gestionar la correspondencia de un comando desaparecido en 1972.

En ese año, la opinión pública italiana dio por hecho que el "Terzo Corpo" se cerraba por peligro de golpe de estado en el país y su supuesto comandante jefe, el general Carlo Ciglieri, murió en un accidente de tráfico "extrañísimo", según "La Stampa".

Incluso Giulio Andreotti, siete veces presidente de la República italiana, aseguró hace unos años que aún estaba por esclarecer la muerte de Ciglieri.