CRISIS ECONÓMICA

Italia se ajusta también el cinturón y reduce el déficit

El plan de austeridad, previsto hasta 2013, se centra en la lucha contra la evasión fiscal y el recorte del gasto público.

La lucha contra la evasión fiscal y el recorte del gasto público son dos de los ejes principales del plan de austeridad aprobado ayer por el Consejo de Ministros italiano, que prevé un ahorro de 24.000 millones de euros entre 2011 y 2013. Italia se une de este modo a otros países europeos como España, el Reino Unido, Portugal o Grecia en su objetivo de reducir su déficit con el fin de devolver la confianza a los mercados.

El plan fue aprobado después de casi una hora y media de deliberaciones y será detallado hoy en rueda de prensa por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el titular de Economía, Giulio Tremonti. A la espera, los medios de comunicación italianos difundieron ayer el borrador que se discutió en la reunión del Consejo de Ministros y que contempla intervenciones para reducir el gasto público, así como en las pensiones. Además, se propone la congelación de los salarios de los funcionarios a partir de 2010 y hasta 2013.

En cuanto a las jubilaciones, se prevé una intervención para permitir un retraso en el acceso a estas y se elevará progresivamente la edad de jubilación de las mujeres hasta llegar a los 65 años en 2016, frente a los 60 años de ahora.

Recorte en los ministerios

El texto plantea también una "amnistía" para las viviendas ilegales, lo que, según cálculos de los medios de comunicación, podría permitir recaudar unos 6.000 millones de euros. Se prevén, asimismo, recortes en los ministerios y en la financiación de los partidos políticos.

En el ámbito empresarial se plantea un aumento de los impuestos sobre las llamadas 'stock-option', los derechos de compra sobre las acciones que tienen los directivos de las compañías, al tiempo que se prevé un recorte de entre el 5 y el 10% de los sueldos superiores a 90.000 y 130.000 euros.

Gran parte del peso del plan de ajuste recaerá en las regiones, que deberán asumir recortes por valor de 10.000 millones de euros entre 2011 y 2012, mientras a las entidades locales y provinciales se les pedirá un aumento progresivo del ahorro hasta alcanzar los 2.100 millones en 2012.

Antes de la reunión del Consejo de Ministros, el Gobierno mantuvo una serie de encuentros con las administraciones locales y los sindicatos, entre los que se alzaron voces discrepantes a las medidas propuestas por el Ejecutivo italiano.

El secretario general del sindicato CGIL, Guiglielmo Epifani, lamentó que el mayor "sacrificio siempre se pide a los trabajadores públicos y privados". "Es un programa que no mantiene un principio de equidad", denunció Epifani.

Tampoco le gustó el plan a gran parte de los gobernadores locales, que han visto recortados sus presupuestos. "No meten las manos en los bolsillos de los italianos, meten los dedos en los ojos de los italianos", protestó el presidente de Puglia (sur del país), Nichi Vendola. El "recorte de un numero impresionante de recursos a los entes locales" llevará al país a un "drama social", aseguró.

Unos y otros hicieron referencia a las palabras con las que el lunes el presidente de la República, Giorgio Napolitano, emplazó al Gobierno a distribuir con "equidad" los sacrificios que habrá que aceptar para hacer frente a la crisis. Por su parte, el subsecretario de la presidencia del Consejo de Ministros, Gianni Letta, admitió que el proyecto contiene sacrificios "muy duros" que se han tenido que adoptar para "salvar a Italia del riesgo Grecia".

Tras el encuentro, Berlusconi se dirigió directamente a su residencia privada donde tenía programado cenar con los máximos responsables de la Liga Norte y con el ministro de Economía, precisamente para hablar de los detalles del ajuste.

Jornada negra en la bolsa

La aprobación del plan de ajuste coincidió con una de las peores jornadas que registra la Bolsa de Milán, que cerró con una caída del 3,4%. Los analistas interpretan esta reacción como una señal de máxima atención ante la capacidad real del Estado italiano de hacer frente al déficit y la deuda pública.

Por otro lado, Berlusconi se mostró decidido a sacar adelante las reformas necesarias para dar "mayores poderes" al primer ministro, es decir, a sí mismo, ya que esto hará que el país sea "más gobernable". Berlusconi hizo estas declaraciones ayer en el último libro del presentador de televisión Bruno Vespa, 'En el signo del Cavaliere. "Estoy abierto a cualquier solución que pueda hacer el país más gobernable. Me limito a pedir el poder operar, visto que cada día debo constatar que no puedo hacerlo", se lamentó el 'premier'.