NUEVA MASACRE

Iraq vive la jornada más sangrienta del año

La ola de violencia se produce en un momento delicado, a la espera de que se confirmen los resultados electorales.

Varios ataques y atentados perpetrados ayer en Bagdad y en otros lugares de Iraq causaron al menos 86 muertos y más de dos centenares de heridos, en la jornada más sangrienta que se vive en el país árabe en lo que va de año. La ola de violencia estalló en un momento delicado para la vida política del país, porque persiste la incertidumbre a la espera de que se confirmen los resultados de las elecciones legislativas de hace más de dos meses.

El ataque más grave de los perpetrados ayer se produjo en la ciudad de Hila, 100 kilómetros al sur de Bagdad, donde 36 personas perecieron y más de un centenar resultaron heridas por tres explosiones en un estacionamiento. Fuentes del Ministerio del Interior dijeron que primero estallaron dos coches bomba cuando salían del trabajo varias decenas de trabajadores de una empresa de tejidos, en cuyo aparcamiento estaban colocados los artefactos.

Cuando los equipos de rescate acudieron al lugar para auxiliar a las víctimas, un terrorista suicida hizo detonar un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo.

La jornada había comenzado ya de modo sangriento por una cadena de ataques a cinco controles de la Policía y del Ejército. Algunos de esos ataques fueron cometidos por desconocidos armados con pistolas con silenciador, un hecho inusual en Iraq. Además varios artefactos estallaron en distintos puntos de Bagdad.

También hubo ataques en Faluya, al oeste de Bagdad; en Baquba, capital de la provincia central de Diyala; en las áreas de Tarmiyah, Abú Graib y de Iskandariya, al norte, oeste y sur de Bagdad, respectivamente; en la ciudad septentrional de Mosul y la localidad meridional de Basora.

Ningún grupo reivindicó inmediatamente la autoría de estos atentados, aunque algunos de ellos llevan el sello de Al Qaeda, que recientemente perdió a sus dos figuras más importantes en Iraq, Abú Ayub al Masri y Abú Omar al Bagdadi.

Los dos líderes terroristas fallecieron el 18 de abril en una operación conjunta del Ejército de Iraq y de Estados Unidos. Pero, cinco días después, Al Qaeda en Iraq demostró que seguía con fuerza y causó 61 muertos y más de un centenar de heridos en una serie de atentados en Bagdad y Ramadi.

La jornada de violencia se registró mientras Iraq vive pendiente de que se confirmen los resultados de las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo, clave para la consolidación institucional de este país a partir del derrocamiento del dictador Sadam en 2003.

A petición de Al Maliki

Aún no se ha podido instalar el Parlamento porque se está haciendo un recuento de los votos de la provincia de Bagdad, la mayor del país. Este recuento fue pedido por la coalición del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que quedó en segundo lugar en las elecciones, que fueron ganadas por una alianza entre dirigentes chiitas laicos y políticos suníes, encabezada por el ex primer ministro Ayad Alaui.

La Comisión Electoral calcula que este recuento puede que termine esta semana. Cuando quede instalado, el Parlamento debe designar un nuevo presidente, con menos funciones ejecutivas que el primer ministro, y de la Asamblea Legislativa debe surgir la coalición a la que el jefe del Estado encargará la formación del gobierno.