CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Hillary parte como favorita en Virginia Occidental, pero las especulaciones sobre su retirada van en aumento

La popularidad de McCain no se resiente pese a la bajada de Bush en los sondeos.

Las especulaciones sobre la retirada de la carrera presidencial de Hillary Clinton van en aumento pese a que la senadora demócrata parte como la gran favorita en las primarias de Virginia Occidental.


Desde el diario "The Wall Street Journal" hasta el "New York Post" y la cadena de televisión CNN la gran pregunta no es si Clinton puede ganar la candidatura presidencial, sino cuáles son las repercusiones de su permanencia en la batalla por la Casa Blanca y los posibles planes para su salida de escena.


Clinton disfruta de una ventaja de unos 40 puntos en los sondeos para las elecciones de esta noche. Pero en Virginia Occidental hay sólo 28 delegados en juego, que se repartirán de forma proporcional entre ella y su rival Barack Obama y que no alterarán un panorama poco favorable para la ex primera dama estadounidense.


De hecho, la distancia con su contendiente por la candidatura presidencial demócrata es ya insuperable en las seis primarias pendientes hasta el 3 de junio. Además, la elite del Partido Demócrata ha comenzado a cerrar filas en torno al senador por Illinois, que ha conseguido el apoyo de 26 "superdelegados" -personalidades del partido y funcionarios electos- en la última semana.


A ese ritmo, Obama podría alcanzar los 2.025 delegados necesarios para lograr la candidatura en tres semanas, cuando estarán ya incluidos los delegados de la última ronda de primarias.


Animado por ese viento favorable, el senador ha comenzado a diseñar una estrategia para las elecciones generales del 4 de noviembre, que incluye visitas durante las próximas semanas a estados clave como Florida y Michigan.


La situación ha alimentado todo tipo de conjeturas sobre los planes de Clinton y hace que medios y analistas estén alerta ante la más mínima señal de la posible renuncia de la senadora.


Sirva como ejemplo un vídeo enviado por su campaña en el que Clinton comunica a sus seguidores su intención de competir en Virginia Occidental, Kentucky y Oregón, pero en el que no menciona las últimas primarias de Puerto Rico, Dakota del Sur y Montana.


Ese olvido es objeto de análisis en los medios de EEUU, que se preguntan si la senadora podría anunciar su abandono el próximo martes tras las elecciones de Kentucky, en las que se espera obtenga también buenos resultados.


Fabiola Rodríguez, directora de comunicación para el mercado hispano de la campaña de Clinton, aseguró hoy a Efe que la aspirante a la Casa Blanca pretende seguir "hasta el final".


La propia Hillary adelantó la semana pasada que continuaría peleando "hasta que haya un candidato" y alimentó el misterio sobre su futuro durante un mitin el domingo en el que leyó la carta de una seguidora.


"La carrera no acabará hasta que la dama que lleva los pantalones diga que ha acabado", rezaba la misiva. Distintos analistas creen que Hillary podría tener algún plan "oculto".


Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, señala hoy en declaraciones al diario "The Wall Street Journal" que un buen final en el proceso de primarias la dejaría bien situada para optar a la vicepresidencia o volver a pelear por la Casa Blanca en el 2012 o el 2016.


La estrategia, de todos modos, no está exenta de riesgos para los demócratas, al amenazar con dejar debilitado a Obama ante un potencial enfrentamiento con el candidato presidencial republicano John McCain.


Las primarias republicanas de 1976 y las demócratas de 1980 y 1984 ofrecen un buen ejemplo de que el daño infligido puede ser irreparable.


En los tres casos, el candidato presidencial (Gerald Ford, Jimmy Carter y Walter Mondale, respectivamente) salió derrotado en las generales tras el desgaste de unas primarias que se prolongaron hasta la convención del partido.


De hecho, los comicios de esta noche prometen dejar al descubierto uno de los puntos débiles de Obama: su incapacidad para atraer a la clase blanca trabajadora.


Al igual que otros estados clave como Ohio o Pensilvania en los que triunfó Clinton, Virginia Occidental tiene una amplia clase obrera blanca, un grupo que resultará clave en noviembre y al que Obama no ha logrado conquistar.