El hijo de Obiang se hace construir un yate de superlujo en Alemania

El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha calificado de «bulo» la información publicada por una organización anticorrupción sobre el encargo a unos astilleros alemanes de la construcción de un yate de 288 millones de euros.

Teodoro Obiang en la sede de la ONU
El hijo de Obiang se hace construir un yate de superlujo en Alemania
EFE

Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo del jefe del Estado guineano, ha encargado a unos astilleros alemanes la construcción en secreto de un yate de superlujo valorado en 288 millones de euros o 380 millones de dólares, según denuncia la organización anticorrupción Global Witness.


El dinero que el hijo de Teodoro Obiang, de 41 años y conocido como Teodorín, ha decidido gastarse en su yate equivale a casi tres veces los fondos que el país africano, rico en petróleo, destina anualmente a sanidad y educación juntas, critica esa organización.


Teodorín pidió a la empresa alemana Kusch Yachts que le presentase un proyecto de yate, supuestamente inspirado en el Pelorus, del oligarca ruso Roman Abramovich, propietario también del yate más caro del mundo, el «Eclipse», valorado en 1.200 millones de dólares.


Un investigador de Global Witness visitó los astilleros de Kusch en el norte de Alemania y obtuvo detalles sobre el proyecto secreto, bautizado 'Zen', además de la confirmación de la identidad del cliente y del valor del yate.


Kusch presentó el diseño del buque en diciembre de 2009 y pidió 250.000 euros por ese trabajo inicial, señala Global Witness, según el cual la fecha de entrega del yate, que aún no ha empezado a construirse, es a finales del próximo año.


Empleados de Kusch que hablaron con el investigador de Global Witness explicaron que el yate de Tedorín, que ha sido diseñado, al igual que el 'Pelorus' por el británico Tim Heywood, tendrá 118,5 metros de eslora, un cine, restaurante, bar, piscina, y un sistema de seguridad completo con barreras fotoeléctricas y puertas que se abren con las huellas dactilares.


Global Witness ha acusado al régimen de Obiang de dedicarse a saquear al pueblo guineano y ha denunciado entre otras cosas el lujoso estilo de vida de Teodorín en Estados Unidos y otras partes del mundo.


Así, el hijo de Teodoro Obiang posee una mansión de 35 millones de dólares en Malibú (California), toda una flota de coches de lujo y un avión privado.


Su sueldo como ministro de Agricultura es de 6.799 dólares al mes, lo que significa, según ha calculado Global Witness, que tardaría 4.600 años en pagar lo que cuesta el yate.

Una corrpción insultante

«Hay pruebas de un nivel de corrupción de Teodorín que no sería posible si países como Alemania o Estados Unidos no fuesen lugares seguros para él y su discutible riqueza secreta», critica Gavin Hayman, director de campañas de Global Witness.


«380 millones de dólares es una cantidad tremenda y que el hijo del presidente de un país tan pobre haya encargado un yate así no deja de constituir una extravagancia insultante», agrega Hayman.


Según esa organización, desde su llegada al poder en 1979 a raíz de un golpe de Estado, Teodoro Obiang preside «un gobierno represivo dependiente casi exclusivamente de los ingresos generados por multinacionales como ExxonMobil o Marathon, entre otras».


Desde que se descubrió el petróleo a mediados de los noventa y aunque parezca increíble, critica Global Watch, los niveles de pobreza han empeorado en el país.

Respuesta de Malabo

El Gobierno de Guinea Ecuatorial calificó este martes de bulo la información publicada por la organización anticorrupción Global Witness de que Teodoro Nguema, hijo del presidente Teodoro Obiang, encargó a unos astilleros alemanes la construcción de un yate de 288 millones de euros.


El portavoz de la Jefatura de Estado y Consejero presidencial de Misiones Especial, Miguel Oyono, que desmintió la supuesta compra de dicho yate e indicó que «es un bulo de más de Global Witness con ganas de denigrar la imagen del presidente y del país, con información totalmente tendenciosa que los medios internacionales publican de manera profusa».