ORIENTE PRÓXIMO

Hamás explota dos coches bomba en un puesto fronterizo israelí hiriendo a 16 soldados

El Ejército judío cree que estaba sincronizado con un segundo ataque a pocos kilómetros, que fracasó. La población ha recibido orden de no salir de sus casas.

Hamás ya advirtió en enero, cuando quebró la frontera de Rafah con Egipto, que su próximo objetivo sería romper el cerco de Israel. "Ocurriá, porque la ocupación no puede mantener encerrados a un millón y medio de palestinos, y cuando ocurra la gente de Gaza estará dispuesta a sacrificar su vida", decía entonces Ahmed Yussef, asesor de cabecera del depuesto primer ministro islamista, Ismail Haniye. Y la fecha elegida para intentar reventar el cinturón de seguridad judío que aprisiona la franja entre un muro de hormigón y el Mediterráneo fue este sábado, inicio de las fiestas de la Pascua judía, con un ataque coordinado que ha disparado todas las alertas en Israel como "el más ambicioso y sofisticado desde la evacuación (de Gaza) en 2005".


Los habitantes de las localidades israelíes vecinas de la franja han recibido la instrucción de no salir de sus casas. "Son casi un Ejército, Hamás está operando como lo hace Hizbulá en el Líbano", constataba desde la franja a Efe la portavoz militar, comandante Avital Leibowitz.


Semiocultos por una densa niebla y conducidos por sendos kamikazes, dos coches bomba convenientemente pintados del color de los jeeps del Ejército hebreo, consiguieron cruzar sin levantar sospechas al lado israelí del puesto fronterizo humanitario de Kerem Shalom, donde se hicieron explotar pasadas las seis de la madrugada. Junto a ellos se adentró también un vehículo blindado, cuyos ocupantes no lograron detonarlo, pero atacaron con fuego de fusilería a los soldados judíos, al tiempo que sobre la instalación caía una intensa lluvia de 15 proyectiles de mortero. Los combates duraron dos horas. Dieciséis soldados israelíes resultaron heridos y tres milicianos palestinos muertos, entre ellos los dos suicidas.


El ataque, -reivindicado de inmediato por el brazo armado de Hamás, las Brigadas de Azzedin Al-Kassam-, se producía casi simultáneamente a la aproximación de otro coche al cercano paso de Kissufim, que fue aniquilado por un misil israelí. Debido a la envergadura de su explosión, el Ejército israelí trasladó ayer su creencia de que el vehículo estaba también cargado de explosivos, y que su misión era detonarse al mismo tiempo que los que impactaron en Kerem Shalom, todo ello dentro de un "plan de ataque a gran escala en varios puntos".


Misión de inteligencia


De acuerdo con fuentes militares, de hecho existe ya la convicción de que el asalto el pasado jueves a este mismo cruce de Kerem Shalom, en el que los palestinos consiguieron abatir a tres soldados israelíes, sólo fue "una misión de inteligencia", preparatoria de la perpetrada ayer. Al igual que las cuatro intentonas similares habidas en los últimos diez días en idéntico punto y el paso de Nahal Oz, en las que los palestinos consiguieron infiltrarse en territorio judío al menos cuatro veces.


"No hemos visto nada así desde la evacuación, sincronizado en diferentes lugares, con el objetivo de provocar una carnicería y secuestrar soldados, para arruinar la Pascua y ensombrecer las celebraciones del 60 aniversario de Israel", indicaba este sábado el general Yoav Galant, jefe del Comando Sur que opera en Gaza como una parte más de "su jurisdicción".


Desde la desafiante Hamás, consciente de que han roto la capacidad de previsión del enemigo, su portavoz, Ayman Taha, advertía que sólo es el principio. "Israel debe esperar más explosiones pronto, si nadie interviene pronto para salvar Gaza y romper el asedio, lo que venga será mayor", proclamaba ayer, día en que las ambulancias de la franja tuvieron que dejar de funcionar por la ausencia total ya de combustibles.