ELECCIONES

Los haitianos eligen a su nuevo presidente

Casi cinco millones de haitianos están llamados hoy a elegir al sucesor de Preval. Una mujer de 70 años es la favorita entre los 18 candidatos que prometen arreglar la sombría situación.

Enfermos de cólera en Haití
Aumentan a 1.415 los muertos por cólera en Haití
EFE

Las autoridades electorales haitianas hicieron oídos sordos a quienes pedían posponer las elecciones que hoy convocan a 4,7 millones de electores a una crucial jornada electoral. Los votantes que venzan la pereza y la desilusión marcarán la ruta de la que dependerá el futuro del país más empobrecido del continente americano. Están en juego la presidencia, el Congreso y parte del Senado, pero según las encuestas será necesaria una segunda vuelta para conocer al sustituto del presidente René Preval. De ahí que, seguramente, habrá que volver a votar el 16 de enero.

Dieciocho candidatos aspiran, y prometen, arreglar la sombría situación nacional en los carteles pegados en muros y postes.

También en mensajes de texto enviados por teléfono móvil y desde las redes sociales. La favorita, con un 36%, es Mirlande Manigat, de 70 años y ex primera dama haitiana, una mujer que concita el consenso y aglutina a los escépticos de los políticos tradicionales. Le sigue el aspirante oficialista, Jude Célestin, de 48 años, con el 20,1% de apoyos. Por detrás se sitúan Joseph Michel Martelly y Jean-Henry Céant con el 14,2 y el 9,2 %, respectivamente.

Annus horribilis

Solo cuatro candidatos se opusieron a la opinión generalizada, y apoyada por la comunidad internacional, de celebrar los comicios para garantizar la estabilidad. El 2010 ha sido el 'annus horribilis' de Haití. El año se despide con la imparable epidemia de cólera que, según datos oficiales, se ha cobrado casi 1.500 vidas. También empezó muy mal. El 12 de enero, el mayor terremoto en la historia del país mató a 250.000 personas.

La estela de muertes se acrecentó con las inundaciones y desprendimientos de tierra ocasionados por el huracán Tomás. Su paso a comienzos de noviembre aceleró la propagación del brote de cólera, aparecido a mediados de octubre. Los expertos en salud apuntan que la bacteria infectará a entre 200.000 y 400.000 personas y tardará años en ser erradicada.

No se puede dejar de lado el goteo constante de personas que fallecen diariamente a causa de las deficiencias higiénicas y las pésimas condiciones de salubridad. La deforestación y la tala de árboles para tener madera para cocinar ha convertido a la perla de Las Antillas en un desértico basurero con pequeños oasis donde viven un porcentaje minoritario y rico de los 9 millones de habitantes.

A la destrucción se suman problemas esenciales como el analfabetismo y la pobreza extrema que sufre más del 53% de la población, así como cuidar de un millón de enfermos de VIH -uno de cada diez- en una nación donde la esperanza de vida es de 47 años para los hombres y 51 para las mujeres. Se da la circunstancia de que el 60 % del censo electoral tiene familiares en el extranjero y recibe remesas, según el Banco Mundial. Los envíos representan el 15,4% del producto interior bruto (PIB) del país, cifrado en 2009 en 6.908 millones de dólares (5.218 millones de euros).

Otros problemas más focalizados han sido las denuncias del director del registro electoral nacional, Philippe RJ Augustin, de que había "fraudes por todas partes". Augustin afirmó no estar seguro de que "los 33.000 miembros de las mesas electorales sean íntegros en un país tan pobre".

Un inconveniente añadido viene de la mano del escrutinio, ya que los resultados tardarán casi un mes en conocerse. En este sentido, Augustin pidió que participen muchos observadores internacionales y periodistas para avalar unos comicios que son resguardados por la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah).

La jefa de la delegación de la UE, Lut Fabert, enfatizó la importancia de que el proceso electoral "sea respetado". "Haití tiene necesidad de una estabilidad política", porque "está en plena reconstrucción".