Todos los recorridos de la empresa griega de ferrocarril han sido suspendidos a partir de y durante tres días debido a una protestas de los trabajadores contra los planes del Gobierno de privatizar la compañía.

La huelga ha paralizado el transporte de pasajeros y mercancías por tren y afecta también a las conexiones internacionales, según informaron fuentes de la compañía. Ya en la noche del domingo, decenas de trayectos fueron modificados o cancelados.

El sindicato de la empresa de ferrocarriles (POS) confirmó que no se respetarán los servicios mínimos y que el tráfico ferroviario quedará completamente paralizado.

Esta organización se opone a una ley que prevé la venta del 49% de la empresa estatal y que será tramitada mañana en el Parlamento heleno. Los paros se prolongarán hasta el miércoles. Se prevé que el jueves vuelva a funcionar el servicio y quede de nuevo interrumpido el viernes por una nueva huelga de 24 horas.

POS denuncia que la empresa no es competitiva y que la nueva ley, que prevé recortes de personal, aumento del precio de los billetes y reducción de los trayectos, significará "el fin de la compañía", según comentaron fuentes sindicalistas.

Los trabajadores atribuyen el déficit presupuestario de la empresa, que arrastra una deuda de 10.700 millones de euros, al pago de préstamos para obras de infraestructura y no a los salarios de unos 6.000 empleados.

El Ejecutivo socialista griego tiene planeado abrir procesos de privatización en las empresas estatales que no son competitivas, justo cuando el país arrastra una grave crisis de endeudamiento y déficit público.