EN EL ÍNDICO

"Fue como una descarga"

La única superviviente del avión siniestrado llegó ayer a París. La menor ya sabe que su madre, con quien iba de vacaciones, ha fallecido

Fue como una descarga eléctrica", resume la niña Baya Bakari el momento en el que el avión yemení cayó al océano Índico. Es la única superviviente de las 153 personas que iban a bordo del avión siniestrado. Ayer por la mañana llegó a París (Francia) y fue trasladada directamente a un hospital. Desde su milagroso rescate ha conversado en varias ocasiones con su padre y con su tía en París, a los que les ha relatado detalles del drama que ha vivido.

 

No sabe bien cómo salió del aparato, pero lo más probable es que fuera despedida cuando la máquina se rompió. Luego pasó casi 12 horas en el agua. "A ratos tenía frío y calor. Mis piernas quemaban y tenía sed", contó a su tía, según informó el diario 'Le Parisien'.

 

Los pasajeros sabían que el avión estaba en peligro. Se les instó a colocarse sus chalecos salvavidas, dijo. Y ese chaleco salvó a la joven, pues no sabe nadar. En el mar se aferró a los restos del avión. Al principio dijo que escuchó a otros supervivientes cerca, luego probablemente fueron arrastrados por las olas o se hundieron. En varias ocasiones se quedó inconsciente.

 

Cuando se hizo de día, estaba sola en medio del mar. Un barco pesquero de las Comoras la vio y la rescató. Estaba consciente y pidió agua. Tan solo más tarde, cuando ya estaba en el hospital de la capital comorense Moroni, fue consciente de que había perdido a su madre. "Sé que mamá no está en la habitación de al lado, de lo contrario ya hubiese venido a verme", dijo la pequeña a su tía por teléfono. "Tengo claro lo que ha pasado", añadió.

 

La menor iba a celebrar estas vacaciones su decimotercer cumpleaños en el país natal de sus padres.