MANIFESTACIÓN

La mayor protesta del año contra Sarkozy

El Gobierno francés pretende elevar la edad mínima legal de jubilación de los 60 años actuales a los 62.

Cerca de dos millones de personas, según los sindicatos, y casi 800.000, según la Policía, se manifestaron ayer en las calles de Francia en la cuarta y mayor protesta del año contra la reforma del sistema de pensiones que prepara el Gobierno francés para elevar la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años.


Desde el Ejecutivo, que cifró en 797.000 el número de manifestantes, el ministro de Trabajo, Eric Woerth, calificó la movilización de "bastante fuerte", aunque "ligeramente más débil que en 2003", cuando se produjo la última reforma del sistema de pensiones en Francia.


Por su parte, el líder del primer sindicato del país CGT, Bernard Thibault, contabilizó 1.920.000 ciudadanos congregados en los 200 puntos en los que habían sido convocados en todo el país, cifra muy próxima a los dos millones de personas reunidas en las dos huelgas históricas contra las anteriores reformas de las pensiones, en 1995 y 2003.


No obstante, los datos que manejan los sindicatos superan las personas que salieron a la calle por la misma causa el pasado 27 de mayo, cuando los representantes sindicales dijeron haber movilizado a un millón, frente a los 395.000 que contó la Policía.


El líder de la GGT aseguró que sería "sabio" que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, renunciase a proseguir con su proyecto de ley, mientras que François Chérèque, máximo responsable del segundo sindicato, la CFDT, resaltó que la movilización de ayer "muestra que el sentimiento de injusticia frente a esta reforma aumenta rápidamente".


En París

En las calles de París, la cifra de manifestantes osciló entre las 130.000 personas, a tenor de los sindicatos, y las 46.000, según la Policía, mientras que en otros grandes centros urbanos como Toulouse (sur) los datos se situaron entre las 60.000 y las 19.000 personas y en Marsella (sur) entre los 120.000 y los 14.500.


La reforma de las pensiones presentada por el Gobierno de Sarkozy, que llegará al Parlamento después del verano, contempla la elevación de la edad mínima de jubilación de los 60 años actuales a los 62, de forma progresiva entre 2011 y 2018.


Otro de los puntos más conflictivos es el aumento de la tasa de cotización de los funcionarios del 7,85 al 10,55% para equipararse a la de los trabajadores del sector privado.


La protesta de ayer no alcanzó la cota de la mayor movilización contra la crisis en Francia, organizada en marzo de 2009 cuando las turbulencias económicas registraban su punto más acuciante en ese país.


Entonces, los sindicatos movilizaron a entre 1,2 y 3 millones de personas, como recordó ayer el ministro de Trabajo, que aseguró que la protesta está "un poco en la lógica cultural y social de Francia".


Uno de los indicadores más esperados fue el de la proporción de huelguistas en la compañía de ferrocarriles SNCF, que cifró la incidencia del paro en el 39,8%, según la dirección y 46% según la CGT, notablemente superiores a las que unos y otros habían dado el pasado 27 de mayo, y se traducían en importantes retrasos en la circulación de trenes internacionales, de cercanías y también de regionales.


En la administración

Según los datos ofrecidos por el Gobierno francés, en el funcionariado el paro fue seguido por el 19,35% de los trabajadores de las administraciones estatales y el 15,9% de las territoriales, superiores a las de la última jornada de movilizaciones.


Según el Ministerio de Educación, un 31,9% de los enseñantes de primaria se sumaron al paro y un 10,3% en secundaria, mientras que el principal sindicato de profesores, el SNU-FSU, hablaba del 52,5% en primaria, datos más elevados que en otros servicios públicos como la empresa estatal de correos, La Poste, donde la dirección comunicó que se había declarado en huelga un 19,86% de los trabajadores.