FRANCIA

Francia se ríe de sus tópicos

El sur tostado por el Mediterráneo ignora al resto del país. Se sienten unos privilegiados por el lugar en el que viven y pasan de lo que sucede más allá de Lyón. Pero, ¿qué pasaría cuando un sureño se tiene que ir al norte del norte? Con este juego llamado 'Bienvenidos al norte', el cómico Dany Boon ha reventado las taquillas de Francia.

Las pequeñas batallas regionales son típicas en todos los países. Napolitanos contra romanos y norteños en Italia, escoceses e ingleses en Reino Unido y así podíamos ir por toda Europa.


Francia no podía ser la excepción. El sur tostado por el Mediterráneo ignora al resto del país. Se sienten unos privilegiados por el lugar en el que viven y pasan de lo que sucede más allá de Lyón. Pero, ¿qué pasaría cuando un sureño se tiene que ir al norte del norte, a Pas-de-Calais, cerca de Bélgica, un lugar donde hablan en un dialecto incomprensible? Con este juego llamado 'Bienvenidos al norte', el cómico Dany Boon ha reventado las taquillas de Francia.


Más de 20 millones de personas han acudido este año a las salas de cine, superando a 'La gran juerga' de Luis de Funes. Sólo la megaproducción de Hollywood, 'Titanic', ha resistido el envite de Boon, que ha logrado reírse de todos los tópicos franceses. Él es un 'ch'tmi', originario de esta fría región de Francia, y la película supuso un verdadero reto, a pesar de ser un ídolo de masas en el país vecino. "No quería estropear una historia que significaba tanto para mí. Es cierto que todas las historias son importantes, pero ésta lo es mucho más. Es mi infancia, mi región, es la gente", comentó el director durante la promoción de su película en Madrid.


El argumento de la película es sencillo. Philippe Abrams (interpretado por Kad Merad, cómico franco-argelino que vive en Marsella) es el encargado de una oficina de correos de Salon-de-Provence, al sur de Francia. Julie, su mujer, padece episodios depresivos que convierten la vida de Philippe en un verdadero infierno. Así que en un intento de animarla, Philippe hace trampas para que le trasladen a la Riviera francesa. Pero le cogen y le envían a una pequeña ciudad en el norte de Francia llamada Bergues. La familia lo considera como si fuera un viaje al infierno lleno de gente rara y borracha. Pero las cosas no son lo que parecen.


Allí se encontrará con gente más amable de lo que pensaba y con el propio Dany Boon, que se guardó un papel de cartero, campanero y enamorado de una compañera. Con esta premisa, Boon ha abierto su región al mundo en clave de humor y sin caer en clichés ofensivos para su gente. "Lo único que me asombró fue cómo se reía la gente durante los primeros visionados de prueba. Era atronador.


Y también la emoción que provocaba el final de la película. Eso me pilló por sorpresa", confesó el cómico, el primero en lograr que un espectáculo teatral en su dialecto sea un éxito.


Además, 'Bienvenidos al norte' ha servido en Francia para dar luz a una de las zonas más castigadas por la reconversión industrial y con uno de los índices de renta per cápita más bajos del país. "Es una película viva, que respira humanidad y espero que permanezca y que contribuya a dar una imagen más justa y más bella de mi región, el Nord-Pas de Calais", recalcó Boon.