APLICACIÓN DE CASTIGO

Francia acusa a Siria de crímenes contra la humanidad por la represión de las protestas

El ministro Juppé pide a Rusia que apoye las sanciones contra el régimen de Al Asad, que ayer mató a 21 personas.

El ministro de Exteriores francés Juppé (i), su homólogo ruso Lavrov y el de Defensa, Serdyukov.
Francia acusa a Siria de crímenes contra la humanidad por la represión de las protestas
Y. KADOBNOV/AFP

El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Alain Juppé, instó ayer a Rusia a cambiar su postura y apoyar que se aprueben sanciones contra el Gobierno sirio en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por haber reprimido las manifestaciones en favor de la democracia.


"El Consejo de los Derechos Humanos de la ONU está de acuerdo con nosotros en que el régimen sirio ha cometido un crimen contra la humanidad", señaló Juppé, quien añadió que esto puede ser motivo para la aprobación de un régimen de sanciones internacionales. Más de 2.200 personas han muerto durante la represión de las protestas antigubernamentales desde el pasado mes de marzo, cuando comenzaron.


"En cuanto a Siria, desgraciadamente, nuestras valoraciones no coinciden", declaró Juppé tras la reunión anual sobre temas de seguridad con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y los ministros de Defensa de Francia y Rusia.


Juppé señaló en una rueda de prensa conjunta que "la respuesta desproporcionada de los dirigentes sirios" a las manifestaciones ha provocado "un derramamiento de sangre irreparable". "Creemos que hay que dejar claro a este país que es inaceptable que continúe con estas acciones", y por eso "espero que Rusia nos apoye en el Consejo de Seguridad aunque nuestras posturas no coincidan totalmente", añadió.


A finales de agosto, Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Portugal hicieron circular el borrador de una resolución que pedía sanciones contra el presidente sirio, Bachar al Asad, y contra familiares influyentes y socios cercanos, pero Rusia y China mostraron su oposición al mismo.


Miembros de las autoridades rusas han dicho en los últimos meses que no apoyarán ninguna resolución que sancione a Siria y han sugerido que Rusia podría usar su poder de veto en el Consejo de Seguridad para frenar su aprobación.


En la rueda de prensa, Lavrov volvió a pedir que el Gobierno sirio y la oposición dialoguen y recomendó a esta última que se abstenga de hacer "provocaciones armadas", según la agencia RIA Novosti. Moscú mantiene la postura de que hay que dar más tiempo a Al Asad para que realice las reformas políticas prometidas.


El ministro de Exteriores ruso ha advertido de que si la comunidad internacional respalda a la oposición siria, esto podría llevar a "que se derrame más sangre". En su opinión, los opositores sirios quieren recibir un apoyo como el que han tenido los rebeldes libios.


Por otra parte, al menos 21 personas murieron ayer y decenas resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad en la ciudad siria de Homs, en el centro del país, informaron los grupos de oposición al régimen de Al Asad.


Además, la agencia de noticias oficial Sana señaló que un grupo armado secuestró a dos oficiales en la localidad de Rastan, en la misma provincia de Homs.


Según el Observatorio sirio de Derechos Humanos, la mayoría de las muertes se produjeron durante el ataque de las fuerzas sirias cerca de la mezquita Jaled Ibn Walid, en el barrio de Jalediya.


También se cortaron las comunicaciones telefónicas, mientras siguen escuchándose ráfagas de disparos y bombardeos desde la noche del martes en algunos barrios de esa misma localidad.


Mientras, los opositores Comités de Coordinación Local anunciaron que dos personas perdieron la vida en la ciudad de Sermin, en la provincia norteña de Idlib y otra en Hama, donde continúa la campaña de detenciones.


Este grupo de oposición denunció que en la ciudad de Latakia, las fuerzas de seguridad han convertido una escuela en prisión porque ya no hay espacio en las cárceles para los detenidos, a quienes torturan e insultan sin cesar, apuntaron.