FRACASO DE LAS NEGOCIACIONES

Finaliza la primera parte del diálogo hondureño entre críticas de Chávez

Roberto Micheletti
Finaliza la primera parte del diálogo hondureño entre críticas de Chávez
REUTERS

Los representantes de las dos partes enfrentadas en Honduras terminaron su segundo día de reuniones en Costa Rica para buscar una salida a la crisis, un diálogo que Hugo Chávez calificó como "una trampa", pero que sigue contando con el firme y decidido apoyo de EE.UU.


Chávez pidió al mandatario estadounidense, Barack Obama, que reconsidere "el gravísimo error" de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, de promover un diálogo que, a su juicio, favorece al gobernante en ejercicio de Honduras, Roberto Micheletti.


El diálogo "se convirtió en una trampa para la democracia y un muy peligroso grave precedente", porque significa hablar con "un usurpador" (Micheletti), según Chávez, quien opinó que el presidente designado por el Congreso hondureño debió ser apresado cuando ayer estuvo en Costa Rica.


La declaración de Chávez fue considerada como "prematura" por Washington. "Hay una negociación en marcha y ésa es (...) la mejor vía para tratar de resolver esto pacíficamente y ayudar a Honduras a volver al orden democrático constitucional", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley.


"Es difícil saber qué es lo que el presidente Chávez apoya y qué rechaza. (...) Creo que, de hecho, incluso ha dicho algunas cosas halagüeñas sobre el papel que el presidente (costarricense, Óscar) Arias podría jugar", agregó.


Además, el depuesto presidente Manuel Zelaya ponderó en Santo Domingo el "positivo" rol jugado por EE.UU. en rechazo al golpe militar que le apartó del poder el pasado 28 de junio.


Zelaya dijo en una rueda de prensa en el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo dominicano, que "el mensaje que Estados Unidos, por lo menos el Gobierno de Barack Obama, ha enviado al mundo es sumamente positivo".


El destituido mandatario se reunió en Santo Domingo con el presidente dominicano, Leonel Fernández, quien será el portavoz de los países de América Latina que apoyan su vuelta al poder en la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que se celebrará del 15 al 17 de julio en Egipto.


Micheletti y Zelaya estuvieron en la capital de Costa Rica, aunque no se vieron cara a cara, para reunirse con Arias, quien actúa como mediador en el proceso de diálogo.


Ambos dejaron en San José equipos formados por cuatro personas cada uno que hoy finalizaron la primera fase del diálogo dirigida a romper el hielo y a escuchar las posiciones de las partes.


Al final de la jornada, el presidente Arias declaró en una rueda de prensa que se siente "satisfecho" con la "conversación franca y respetuosa entre hermanos hondureños" y confirmó que en los "próximos días" se fijará la fecha para el siguiente encuentro con las dos comisiones de diálogo.


Casi al mismo tiempo, Micheletti afirmó que se mantendrá "hasta el último minuto" en el diálogo auspiciado por Arias, el cual, dijo, va "muy bien".

Diálogo "de sordos"


Por otro lado, el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto, aseguró: "Me dicen, pero no estoy seguro, que se está cerca de la restitución del presidente Zelaya" y aclaró que no es "un presentimiento" y se basa en "conversaciones" que ha mantenido con interlocutores que no identificó.


Pese al moderado optimismo mostrado, las reuniones en San José son "un diálogo de sordos, estéril", que "está dando tiempo a los golpistas", señaló hoy a Efe Juan Barahona, coordinador del Bloque Popular y secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH).


Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, lamentó la "intransigencia" de los equipos negociadores y admitió que las conversaciones no tuvieron un comienzo "todo lo fluido" que se deseaba.


En declaraciones a Radio Cooperativa, el chileno auguró un proceso de negociación largo, y subrayó que la solución al conflicto debe contemplar la restitución de Zelaya.


Al respecto, reprochó que Micheletti se niegue a aceptar que hubo un "golpe militar" cuando Zelaya fue detenido y sacado del país, tras lo cual el Congreso se reunió, lo destituyó y nombró a un nuevo Gobierno.


Entre tanto, la comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, reiteró hoy en Nueva York que está "muy confiada" en que la mediación del presidente Arias permita negociar una salida a la crisis en Honduras.


"Apoyamos decididamente al presidente Óscar Arias", afirmó Ferrero-Waldner, quien añadió que "en una mediación nunca se obtienen inmediatamente los mejores resultados" y que ese proceso es "la única" vía posible para forjar un acuerdo en Honduras.


En opinión del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que habló tras concluir la cumbre del G-8 en L'Aquila (Italia), además de la "condena" de lo sucedido en Honduras, es necesario llevar a cabo un diálogo político que tomará un tiempo.


En Bruselas, el Comité Político y de Seguridad (COPS) de la Unión Europea acordó esperar a ver cómo evolucionan los diálogos de San José para decidir si congelan o mantienen las ayudas presupuestarias a Honduras, señalaron a Efe fuentes comunitarias.


Por otro lado, siete de las organizaciones empresariales más influyentes de EE.UU. pidieron a Obama que no restrinja el comercio textil con Honduras en represalia por el golpe de Estado.


Por su parte, el ex subsecretario de Estado de EE.UU. para Latinoamérica Otto Reich opinó en un artículo publicado hoy en el diario El Nuevo Herald que bajo las leyes hondureñas "el nuevo Gobierno es legal y constitucional", tras negar unas acusaciones de que estuvo detrás del derrocamiento de Manuel Zelaya.


También salió al paso de acusaciones parecidas, publicadas ayer en el diario Granma, el escritor y periodista cubano exiliado Carlos Alberto Montaner, quien dijo no tener "la menor relación" con la crisis de Honduras.


Lucía Pinochet Hiriart, hija mayor del fallecido dictador chileno Augusto Pinochet, respaldó el golpe de Estado en Honduras y acusó a Manuel Zelaya de no respetar la Constitución y de hacerse "la víctima", según el semanario satírico The Clinic.


El presidente de Bolivia, Evo Morales, por su parte, sostuvo que cuenta con "algunas informaciones no confirmadas" sobre la presunta presencia "de poderosos del narcotráfico" en el golpe de Estado en Honduras.