ALEMANIA

El SPD suma otro revés al fracasar en su intento de gobernar con la Izquierda

La líder del SPD en Hesse, Andrea Ypsilanti, tropezó en la misma piedra que ya meses atrás impidió su elección como jefa del gobierno en ese land: el rechazo de sus filas a un gobierno en minoría con los Verdes, bajo tolerancia de la Izquierda.

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), aliado de los cristianodemócratas en el gobierno federal, sufrió otro golpe en su credibilidad al fracasar en su intento de gobernar en el estado de Hesse con el apoyo de La Izquierda, por el rechazo de cuatro disidentes.


La líder del SPD en Hesse, Andrea Ypsilanti, tropezó en la misma piedra que ya meses atrás impidió su elección como jefa del gobierno en ese land: el rechazo de sus filas a un gobierno en minoría con los Verdes, bajo tolerancia de la Izquierda.


Si el pasado marzo bastó el rechazo de una diputada -Dagmar Metzger- para echar abajo su proyecto, ahora a ésta se le han sumado otros tres disidentes, que alegaron "razones de conciencia" para negarse a apoyar esa opción política.


Un mes después de su elección como presidente del SPD, Franz Müntefering, admitió su "estupefacción" por esos nuevos disidentes, que en septiembre habían dado el sí a los planes de Ypsilanti en una votación de prueba.


Ypsilanti pretendía ser elegida este martes, tras meses de luchar por conseguir el apoyo de sus filas y cuando lo creía asegurado. Hesse sigue gobernado en funciones por el conservador Roland Koch desde las regionales de enero, en que la Unión Cristianodemócrata (CDU) obtuvo 36,8 puntos, frente a los 36,7 del SPD.


Al empate técnico entre las dos grandes formaciones siguió un duro tira y afloja para Ypsilanti, quien en campaña había prometido que no gobernaría apoyada por La Izquierda, partido que aglutina a ex-socialdemócratas como Oskar Lafontaine y poscomunistas.


La eventual cooperación del SPD con esa formación es un tabú en el oeste de Alemania, tanto por esas raíces poscomunistas como porque no se perdona Lafontaine su doble dimisión, como líder del SPD y como ministro de Finanzas del gobierno de Gerhard Schröder, en 1999.


Ypsilanti logró primero que el entonces líder del SPD, Kurt Beck, le diera luz verde para negociar con esa formación. Tal "licencia" le costó más de un disgusto interno a Beck, quien dimitió en septiembre en plena crisis de liderazgo.

Largo proceso


Luego empezó un largo proceso, incluidas cuatro conferencias regionales, donde consiguió el apoyo de las bases a su propósito. El pasado fin de semana cerró un acuerdo de coalición con los Verdes, de nuevo refrendado por ambas formaciones.


La líder socialdemócrata de Hesse creyó haber encontrado la cuadratura del círculo para una constelación política inédita en el oeste alemán, puesto que tenía asegurado el apoyo La Izquierda. 


Este lunes se le desbarató el castillo de naipes con la aparición por sorpresa de tres disidentes más, uno de los cuales es su rival interno Jürgen Walter, quien hace unas semanas sonaba aún como posible candidato en ese teórico gobierno de minoría.


La Constitución del land permite a Koch seguir en funciones por tiempo indefinido, hasta que se logre un gobierno estable. Tras el fracaso del nuevo intento de Ypsilanti por ser elegida, y mientras no se perfilen nuevas posibles coaliciones, no se descarta la opción de unas elecciones anticipadas.