PORTUGAL

El regreso de Dona Branca

Dona Branca, el famoso caso de una anciana que estafó a sus clientes en los años 80 y provocó el mayor escándalo de fraude en Portugal, regresa a la actualidad del país después de que otra portuguesa haya seguido sus pasos.


Inmortalizada en la telenovela lusa 'A banqueira do povo' (La banquera del pueblo), María Branca dos Santos, alias 'Dona Branca', creó una organización de préstamos ilegales que funcionaba a través de un sistema piramidal y que fue desmantelada por las autoridades portuguesas en el año 1984.


La 'ingenua' septuagenaria ofrecía un interés elevado -de hasta el 10% mensual- que solo podía ser reembolsado mientras los nuevos clientes depositasen más dinero, alimentando un flujo que necesitaba entradas pecuniarias continuamente. Sin embargo, cuando los ingresos pararon, el sistema entró inevitablemente en colapso.


Veinticinco años más tarde, Dona Branca de Almada -apodo por la ciudad situada en las afueras de Lisboa donde vive y trabaja la nueva estafadora- salta a la actualidad de Portugal por un caso parecido, investigado por la Policía después de registrarse cuatro denuncias.


Las autoridades judiciales comenzaron a escuchar esta semana a los estafados por la supuesta nueva 'banquera del pueblo', quien ha defendido su inocencia.


En una entrevista divulgada por medios portugueses, la acusada aseguró no haber "estafado a nadie" y alegó que muchas veces era ella misma la estafada, ya que solía "recibir cheques sin fondo".


Hasta el momento, el negocio de Dona Branca de Almada no ha adquirido las dimensiones de la organización liderada por la auténtica Dona Branca, quien recaudó cantidades superiores a los 17.500 millones de escudos de comienzos de los 80, unos 91 millones de euros.


Jubilados y sin recursos


Su negocio, que atraía mayoritariamente a jubilados y personas con pocos recursos, arrancó a finales de la década de los 70, pero fue a partir de 1983 cuando tomó proporciones significativas. A raíz de una entrevista publicada en un semanario lisboeta, la ya inestable pirámide alcanzó en apenas cinco días la suma de 1.400 millones de escudos (cerca de siete millones de euros).


En el reportaje, María Branca dos Santos se presentaba como una señora amable y honesta, pero sobre todo "amiga de los pobres". Aun así, fue imputada y, a sus 76 años, condenada a 10 años de cárcel, pero por razones de salud logró la libertad antes de su fallecimiento, en 1992, cuando tenía 80 años.


Ambos casos -Dona Branca y Dona Branca de Almada- no solo coinciden en género y tipo de negocio empleado, ya que la antigua y la nueva surgieron en épocas de fuerte recesión económica. Si actualmente la ola de crédito fácil en los bancos fue interrumpida de forma abrupta por la quiebra del sistema financiero mundial, en aquella época la fuerte recesión sufrida en los primeros años de los 80 también sirvió como efecto llamada para el negocio.