SUDÁFRICA

El presidente de Sudáfrica anuncia su dimisión en un mensaje televisado

"Soy un miembro del CNA y por eso respeto sus decisiones", dijo Mbeki en su alocución, en la que anunció también que ya ha presentado la carta de dimisión a la presidenta del Parlamento, Baleka Mbete, y dio las gracias a los sudafricanos por haberle "dejado servirles durante nueve años".

Thabo Mbeki, presidente de Sudáfrica desde 1999, anunció su dimisión en un discurso televisado después de que su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), le pidiera este sábado que abandonara el cargo.


"Soy un miembro del CNA y por eso respeto sus decisiones", dijo Mbeki en su alocución, en la que anunció también que ya ha presentado la carta de dimisión a la presidenta del Parlamento, Baleka Mbete, y dio las gracias a los sudafricanos por haberle "dejado servirles durante nueve años".


Antes de su alocución, Mbeki se reunió con su gabinete para comunicar a los ministros su decisión de dimitir.


El Gobierno, en una nota difundida después de la reunión, ha anunciado que la dimisión de Mbeki "se hará efectiva cuando lo determine la Asamblea Nacional" y que el presidente permanecerá en su cargo "hasta que el Parlamento acepte su renuncia y decida su fecha de salida".


Las profundas divisiones internas que se viven en el CNA, protagonizadas por el vicepresidente Jacob Zuma y Mbeki, han sido las principales causas de que el presidente de Sudáfrica se haya visto forzado a dejar el poder a poco más de seis meses de la celebración de las elecciones generales, previstas para abril de 2009.


Mbeki, sucesor del histórico dirigente Nelson Mandela en la Presidencia de Suráfrica y el segundo negro que ejerce ese cargo en la historia del país, ha tenido que enfrentarse a los seguidores de Zuma.


Zuma sostiene que el dimisionario jefe del Estado es el principal actor de una "conspiración política" en su contra y el instigador de los cargos por corrupción que se le presentaron a finales de los años noventa.


"Nunca he interferido en las decisiones de la Fiscalía General de Sudáfrica, y por supuesto tampoco lo he hecho en relación a las acusaciones de corrupción de Jacob Zuma", quiso dejar claro Mbeki en su comunicado.


"Siempre hemos actuado para defender la independencia del órgano judicial de este país, y por eso siempre hemos respetado sus decisiones, aunque sean en contra del Ejecutivo", añadió.


Aunque Mbeki nombró a Zuma vicepresidente de su gobierno cuando se hizo con la presidencia del país en 1999, las diferencias entre ambos se hicieron más que notables cuando decidió destituirlo en 2005, después de que su asesor financiero fuera condenado por recibir sobornos, supuestamente en nombre del entonces vicepresidente.


La superioridad de Zuma dentro del CNA se hizo evidente después de que fuera nombrado presidente de la organización en 2007, y se vio reforzada hace una semana cuando el juez del Supremo de Pietermaritzburg, Chris Nicholson, retiró todas las acusaciones en su contra en el caso de corrupción por defectos de forma.


Nicholson dijo además en la lectura de la resolución que el político había sido "víctima de una conspiración política" y que fue depuesto de su cargo de vicepresidente en 2005 "de forma injusta". Sin embargo, la fiscalía del Estado ya ha dicho que recurrirán la decisión y volverán a presentar cargos contra Zuma.


Zuma y Mbeki representan además dos posturas políticas en materia económica y social que difieren sustancialmente la una de la otra, a pesar de que ambos pertenecen al CNA.


Mientras que Mbeki se ha concentrado fundamentalmente durante los 9 años de su mandato en el desarrollo de la economía del país, que ha experimentado un notable crecimiento, Zuma tiende más a fomentar la política social y mantiene una estrecha relación con el Partido Comunista de Sudáfrica (SACP) y los sindicatos.


Según el periódico sudafricano "The Sunday Times", es posible que los seguidores de Mbeki, entre los que están el ministro y el viceministro de Defensa, abandonen el CNA para formar su propio partido y se presenten a las elecciones generales de 2009, lo que afectaría en gran medida la estabilidad política del partido gobernante y del país.