DECISIÓN SALOMÓNICA

El muñeco vudú de Sarkozy "atenta contra su dignidad", pero la Justicia no impide su venta

La justicia francesa ha dado la razón al presidente francés, Nicolas Sarkozy, al considerar que el muñeco con su imagen que se vende como parte de un Manual de Vudú atenta contra su dignidad, pero aún así no prohibe su venta.


El tribunal de Apelación de París estima que "incitar" al lector a pinchar el muñeco con las agujas que acompañan a la obra, acción en la que subyace la idea de un mal físico simbólico, constituye un "atentado a la dignidad" de la persona del presidente. Sin embargo, cree que no se puede impedir la comercialización del muñeco porque esta medida no sería "ni proporcionada ni adeduada".


Sarkozy había acudido al Tribunal de Gran Instancia de París invocando su derehco a la imagen para solicitar que la justicia impidiera la venta del muñeco en cuestión, pero el pasado 29 de octubre, este tribunal rechazó la petición del Jefe del Estado esgrimiendo la libertad de expresión y el derecho al humor y alegando que la representación no autorizada de la imagen de Sarkozy no suponía ni atentar contra la dignidad humana ni un ataque personal. Finalmente, ha sido el Tribunal de Apelación quien ha adoptado una decisión salomónica.


El muñeco se podrá vender pero a condición de que Tear Prod, la empresa que comercializa el famoso Manual de Vudú, incorpore de manera visible en la caja del producto una mención de la condena, como se suele hacer en la prensa del corazón.


El texto exacto que tendrá que leerse será que "se ha juzgado que la incitación del lector a pinchar el muñeco anexo a la obra con las agujas de la caja, acción en la que subyace la idea de un mal físico, aunque sea simbólico, constituye un atentado a la dignidad de la persona de Sarkozy". El abogado del presidente francés, Thierry Herzog se mostró "completamente satisfecho" con la sentencia.


Este proceso judicial es el sexto que lleva a cabo Nicolas Sarkozy desde que llegó al Elíseo, en mayo de 2007. El último fue el pasado febrero, cuando el presidente y su esposa, Carla Bruni, lograron que la compañía aérea Ryanair fuera condenada por haber usado una foto de la pareja en una campaña publicitaria.