INMIGRACIÓN

El Gobierno español espera que la UE frene la política de inmigración italiana

De la Vega descarta acciones "unilaterales" para hacer frente a la propuesta de Berlusconi.

El Gobierno espera que la Unión Europea plante cara a Silvio Berlusconi en su política de inmigración. El Ejecutivo admite que las medidas represivas impulsadas por el primer ministro italiano pueden redundar en un inquietante aumento de los flujos migratorios hacia España. Pero la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, descartó ayer emprender acciones "unilaterales" para hacerles frente. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, alegó que ese es el modo de trabajar con "absoluta lealtad" en esta materia: la adopción de medidas comunes en el seno de la Comisión Europea y de los consejos de Interior y Justicia.


La número dos del Gobierno se mostró esta vez cauta al opinar sobre la iniciativa del Gabinete italiano que, a grandes rasgos, hará que se trate como delincuentes a los inmigrantes indocumentados. No le gustan ni el fondo ni las formas empleadas, pero después de la escaramuza que provocó la semana pasada su crítica a la ofensiva contra la inmigración irregular lanzada por Berlusconi, prefirió andarse con pies de plomo.


Con todo, en sus respuestas dejó caer un reproche a los italianos por actuar por libre. "España apuesta por una política común basada en la cooperación internacional y el respeto a los Derechos Humanos y a la dignidad de las personas", apuntó. El argumento obvia que el Gobierno de Zapatero recibió quejas de sus países vecinos en la legislatura pasada cuando puso en marcha el proceso de regularización masiva por el que se dieron 'papeles' a unos 600.000 inmigrantes; una decisión que, protestaron, ejerció un 'efecto llamada'.


Fuentes gubernamentales se muestran convencidas, en todo caso, de que la UE "no tardará mucho" en lanzar un mensaje de reprobación a Berlusconi.