TURQUÍA

El Ejército turco llama a la calma y asegura que respetará la Constitución

El jefe del Estado Mayor se reunió tres horas con el primer ministro y el presidente para analizar la detención de 20 militares.

El ex comandante Ergin Saygun llega al tribunal en Estambul, ayer
El Ejército turco llama a la calma y asegura que respetará la Constitución
EFE

Con un mensaje de calma en el que se prometió el respeto a la legalidad y a la Constitución, los líderes civiles y militares turcos trataron ayer de rebajar la tensión surgida tras el arresto de altos oficiales por sus presuntos planes golpistas.

 

"El pueblo debe estar seguro de que los asuntos pendientes serán resueltos dentro del marco del orden constitucional y de las leyes", indicó el comunicado emitido por el presidente, Abdullah Gül, con el visto bueno del jefe del Ejército, Ilker Basbug, y el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

 

Después de tres horas de reunión en el palacio presidencial, los mandatarios recalcaron "la necesidad de todos de actuar con responsabilidad para no dañar a las instituciones durante este proceso". El propio Erdogan declaró a la televisión turca que la reunión había transcurrido "bien", aunque los analistas ponen en duda que un escueto comunicado pueda servir para mejorar la situación.

 

"¿Qué esperaban que fueran a decir? ¿Pueden decir acaso que los asuntos pendientes pueden resolverse de forma contraria a la Constitución?", declaró con ironía Murat Yetkin, una analista político de Ankara.

 

El encuentro de urgencia se produjo el mismo día que se supo que eran ya 20 los oficiales en prisión provisional por estar presuntamente involucrados en la trama golpista para derrocar al Gobierno islamista moderado de Erdogan.

 

El pasado lunes, 49 militares -17 generales retirados, cuatro almirantes en activo y 28 oficiales de menor graduación- fueron detenidos por la Policía a petición de la Fiscalía de Estambul. Se les acusa de planificar un golpe de Estado en 2003 cuyo nombre en clave era Balyöz (Mazo), que incluía atentar contra mezquitas, derribar un avión militar turco en el mar Egeo para forzar un enfrentamiento con Grecia y encarcelar a intelectuales críticos, todo ello para forzar la ley marcial. También ayer fueron conducidos a declarar ante el juez los antiguos comandantes de las Fuerzas Aéreas, Ibrahim Firtina, y de la Marina, Özden Örnek.

 

El que es considerado como el mayor revés en su historia del Ejército, guardián del Estado laico, ha generado incertidumbre y tensión en el país, desatando incluso peticiones de adelantar la convocatoria de elecciones parlamentarias, previstas para 2011. El Ejército turco sigue siendo la institución más valorada del país euroasiático, según una reciente encuesta, pero ha desalojado desde 1960 a cuatro Gobiernos del poder.

 

El Ejecutivo de Erdogan ha emprendido algunas de las reformas exigidas por la Unión Europea, lo que ha incrementado la tensión con el estamento castrense, cuyo cenit tuvo lugar en 2007, cuando el Ejército presionó para bloquear la elección de Gül, un islamista moderado, como presidente de la República. En una reunión extraordinaria el martes por la noche, la plana mayor de las Fuerzas Armadas calificaron la situación como "grave" y llegaron a filtrase rumores de que planeaban dimitir en bloque, algo que finalmente no ocurrió.