TAIWÁN

El candidato de la oposición, vencedor en los comicios presidenciales de Taiwán

Pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses rechazan las políticas económicas y el nacionalismo radical.

El candidato del opositor Partido Kuomintang (KMT), Ma Ying-jeou, ganó los comicios presidenciales de Taiwán celebrados hoy con el 59 por ciento de los votos, contra el 41 por ciento de su rival, Frank Hsieh, según datos preliminares del Consejo Central Electoral.



La victoria de Ma pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de cambio y rechazan las políticas económicas y el nacionalismo radical del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian.



"Los taiwaneses votaron por el cambio y el pragmatismo, y en contra de las políticas nacionalistas radicales del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian, pero no por una integración con China", dijo el profesor Raymond Wu, de la Universidad de Fujen.


Mirando a China


La llegada al poder de Ma, partidario de una unión con China a largo plazo y en democracia, ofrece oportunidades para un deshielo con Pekín y una mayor integración económica.


Ma prometió no negociar con Pekín la unión durante su mandato, pero mostró su deseo de firmar un acuerdo de paz con China y disponibilidad para aceptar acuerdos políticos aceptables para ambas partes.

La clave de su victoria estuvo, más que en el apoyo a su Partido Kuomintang, en el desencanto del electorado con el manejo de la economía por parte del actual gobierno, coinciden expertos de todos los bandos en la isla.


Los beneficiados


Los 200.000 empresarios taiwaneses que llegaron de China para las elecciones serán los primeros beneficiados del cambio de Gobierno, ya que Ma ha prometido la liberalización de los lazos de transporte, comercio e inversiones en el estrecho.


La primera medida de Ma será "mejorar las relaciones con Estados Unidos, que envió dos portaaviones y otros buques de guerra a patrullar las aguas cercanas a la isla para disuadir a China del uso de las armas",afirmó el observador político Huang Chih-liang.