INFORME 2010 DE AMNISTÍA INTERNACIONAL

El año 2009 fue histórico para la justicia internacional

Amnistía resalta que 110 países firmaron el Estatuto de Roma y que un jefe de Estado en activo fue detenido por crímenes de guerra.

A pesar de que muchos estados del mundo "han abierto una brecha en la justicia global por donde se cuela la impunidad", según el Informe 2010 de Amnistía Internacional (AI) sobre los derechos humanos en el mundo, 2009 fue "un año histórico para la justicia internacional", entendida como que "todo el mundo debe rendir cuentas si ha cometido violaciones de los derechos humanos". Así lo explicó ayer el director de AI en España, Esteban Beltrán, en la presentación del informe con datos del año pasado.

Por ejemplo, al finalizar el año, 110 estados habían ratificado el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional (TPI) -y Bangladesh en 2010- y más de 40 estados habían promulgado leyes que otorgaban a sus tribunales nacionales jurisdicción sobre crímenes de Derecho Internacional. Por primera vez, un jefe de Estado en activo, el presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, fue objeto de una orden de detención del TPI por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Otro avance fue la condena del ex presidente Fujimori por crímenes de lesa humanidad.

La organización resalta la firma del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, que permite que una persona presente un recurso internacional por violaciones de derechos económicos, sociales y culturales en su país.

Uno de los casos en los que los gobiernos dieron prioridad a la justicia frente a la política es, según AI, la negativa de la Unión Africana a colaborar con el TPI, pese a "la pesadilla de violencia que han sufrido cientos de miles de personas en Darfur", para cumplir la orden de arresto contra Al Bashir.

En cifras

Las investigaciones de AI registran casos de tortura y otros malos tratos en 111 países, juicios injustos en al menos 55, restricciones a la libertad de expresión en no menos de 96 y presos de conciencia encarcelados en un mínimo de 48.

Destacan las cifras respecto a los integrantes del G-20. En el mundo hay 81 países que no han ratificado el Estatuto de Roma, y en el G-20, siete; la libertad de expresión está restringida en el 60% de las naciones y en el 53% de las del G-20; y en el mundo hay juicios injustos en el 53% de los países, al igual que en el 47% de los 20 más poderosos.