CONFLICTO ISRAEL - PALESTINA

EE. UU. relanza la paz en Oriente Próximo

Netanyahu y Abás se reunirán el 2 de septiembre en Washington para tratar de alcanzar un acuerdo en un año.

Hillary Clinton y George Mitchell anuncian la reanudación del diálogo, ayer en Washington.
EE. UU. relanza la paz en Oriente Próximo
TIM SLOAN/AFP

Estados Unidos, tras meses de intenso trabajo y no pocos reveses en el camino, impulsará el 2 de septiembre en Washington las negociaciones directas de paz entre israelíes y palestinos con el ambicioso objetivo de lograr un acuerdo en un año.


La secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, ha invitado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, a una reunión en dos semanas para relanzar el diálogo directo de paz, que quedó suspendido hace 20 meses por la ofensiva militar israelí en Gaza de diciembre de 2008 y enero de 2009.


Poco después de la invitación de Estados Unidos, solicitada por Israel, el Cuarteto -EE. UU., Rusia, la ONU y la UE- emitió un comunicado en el que apoyó las negociaciones y un acuerdo que termine con la "ocupación" que empezó en 1967 y resulte en la proclamación de un "Estado palestino independiente, democrático y viable que conviva en paz y seguridad con Israel y sus otros vecinos".


Netanyahu aceptó de inmediato la invitación de EE. UU., aseguró que "alcanzar un acuerdo de paz es difícil pero posible", y explicó que negociará "con el deseo genuino de alcanzar la paz entre los dos pueblos, al tiempo que preservar los intereses nacionales de Israel, el principal de ellos su seguridad", según el diario israelí 'Yediot Aharonot'.


Reunión de urgencia

Por su parte, los palestinos convocaron para anoche una reunión de urgencia del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que se ocupa de las negociaciones de paz, en la que se iba a decidir la respuesta a la invitación.


El anuncio se hizo tras siete rondas de diálogo indirecto, iniciado el pasado 9 de mayo con la mediación del enviado especial de Estados Unidos para Oriente Próximo, George Mitchell, e innumerables consultas por parte de Clinton y de su equipo con el Cuarteto, los israelíes y los palestinos y líderes de la región.


El presidente estadounidense, Barack Obama, ha invitado al presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y al rey Abdalá II de Jordania a asistir a la reunión, teniendo en cuenta su "papel crítico" en este esfuerzo conjunto de llevar la paz a Oriente Próximo.


La agenda

Obama mantendrá el 1 de septiembre reuniones bilaterales con los cuatro líderes, seguidas de una cena, a la que asistirá también el representante del Cuarteto para Oriente Próximo, Tony Blair.


Al día siguiente, Clinton mantendrá un encuentro trilateral con Netanyahu y Abás en el Departamento de Estado para impulsar formalmente el diálogo y "resolver todos los asuntos del estatus final", que, dijo, "creemos podrán ser solucionados en el plazo de un año".


Pese a la esperanza que representa el relanzamiento del diálogo directo de paz, EE. UU. sabe que el camino no será fácil. "Ha habido dificultades en el pasado y habrá dificultades de aquí en adelante. Sin ninguna duda, nos toparemos con más obstáculos", advirtió Clinton, quien por ello pidió a las partes que "perseveren, prosigan incluso en tiempos difíciles y sigan trabajando para lograr una paz justa y duradera en la región".


También Mitchell admitió que "sigue habiendo desconfianza" entre israelíes y palestinos, y "diferentes opiniones sobre cómo proceder" a la hora de negociar temas tan espinosos, como las fronteras, los refugiados y el estatus final de Jerusalén.


Pese a lo ambicioso del plazo inicial fijado para las negociaciones, que deben llevarse a cabo sin condiciones previas, según EE. UU., Abás y Netanyahu "son sinceros y serios y creen que se puede lograr", aseguró Mitchell. Estados Unidos jugará un papel "activo y sostenido" y ofrecerá, si fuera necesario, "propuestas-puente" para superar las diferencias, dijo.


El anuncio urgió ante el vencimiento, el 26 de septiembre, de la moratoria de diez meses impuesta por Israel a la construcción de asentamientos, y cuya reanudación podría amenazar el proceso.