IRAQ

EE.UU. podría mantener soldados en las ciudades iraquíes más allá de junio de 2009

El principal comandante de Estados Unidos en Iraq, Ray Odierno, dijo el sábado que algunos soldados estadounidenses pueden permanecer en ciudades iraquíes después de junio, aunque un pacto de seguridad entre Bagdad y Washington establece su retirada de áreas urbanas para entonces.


Odierno desveló que las tropas que operan junto a fuerzas iraquíes en bases urbanas compartidas podrían permanecer porque cree que es esencial apoyar a las fuerzas iraquíes en lugar de servir como tropas de combate. "Creemos que eso es parte de nuestros equipos de transición en las Estaciones de Seguridad Conjuntas", explicó Odierno a los periodistas que viajan con el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, en una base del Ejército de Estados Unidos en Balad, en el noroeste de Bagdad. "Creemos que aún deberíamos estar dentro de ellas después del verano", añadió.


Sin embargo, el secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, aclaró en el avión de Gates durante el viaje de regreso a Washington que "la amplia mayoría de las fuerzas estadounidenses con base en ciudades iraquíes saldrán de esas ciudades" antes de final de junio.


"Las únicas fuerzas que permanecerán allí será por invitación de los iraquíes para que entrenen y guíen a las fuerzas iraquíes", concretó Morrell, apuntando que esos soldados podrían participar en misiones de combate, pero que su papel principal sería ayudar a las tropas locales. "Si los iraquíes lo desean, esas fuerzas de entrenamiento y guía participarán con ellos en operaciones de combate", afirmó.


Los comentarios de Odierno se producen después de los de un portavoz del Gobierno iraquí, que sugirió que las fuerzas estadounidenses podrían no estar completamente fuera de Iraq a finales del 2011, como fue acordado en el pacto de seguridad.


El portavoz Ali al-Dabbagh, en una visita a Washington esta semana, dijo que las fuerzas de seguridad iraquíes podrían requerir hasta diez años para estar preparadas para hacerse cargo de la situación en solitario.


A este respecto, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó que "lo que el doctor Ali al-Dabbagh anunció sobre que las fuerzas iraquíes necesitan diez años para estar listas, fue una opinión personal y no representa la del Gobierno iraquí".


Escepticismo


Las declaraciones de Maliki destacaron la sensibilidad que existe en torno al futuro de los soldados estadounidenses en Iraq, donde la violencia ha comenzado a disminuir cinco años después de que la invasión liderada por Estados Unidos, en 2003, desencadenase una ola de luchas sangrientas sectarias e insurgencia.


El parlamento de Iraq aprobó el acuerdo de seguridad bilateral tras un enconado debate y se programó para ser presentado en un referendo el año próximo.


Quienes se oponen al pacto, incluidos los partidarios del clérigo chií anti-estadounidense Moqtada al-Sadr, han sostenido que da legitimidad a una destructiva ocupación extranjera y dicen que ellos no creen que Estados Unidos respete la fecha de retiro.


"Este acuerdo fue diseñado para legitimar la presencia de Estados Unidos en Iraq", dijo Ahmed al-Masudi, un político del bloque de Sadr en el Parlamento. "Las cosas no van a cambiar cuando el pacto entre en vigor. Las violaciones contra el pueblo iraquí continuarán, los arrestos continuarán. Yo digo que las tropas estadounidenses no se retirarán", apostilló.


El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, prometió en campaña retirar las tropas en 16 meses, pero ahora aclara que Washington puede requerir mantener en forma indefinida una fuerza "residual" en Iraq para enfocarse en el entrenamiento de fuerzas iraquíes.


"Si los dos gobiernos deciden renegociar eso en algún momento de 2011, ciertamente pueden hacerlo, pero falta mucho para eso", dijo Odierno, que deseó "que nosotros retiremos nuestras fuerzas militares para el 2011".