CONFLICTO INTERNACIONAL

EE. UU. insta a la India a hablar con Pakistán

"Nueva Delhi está adquiriendo su lugar legítimo en Asia y el mundo y esto es bueno para EE. UU.", dijo Obama.

El primer ministro indio, Manmohan Singh (2i), y su esposa (dcha), reciben a los Obama en Delhi.
EE. UU. insta a la India a hablar con Pakistán
EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, animó ayer a la India a que dialogue con Pakistán, aunque descartó que su Gobierno pueda "imponer" una agenda para que las potencias nucleares del Sur de Asia resuelvan sus disputas.

En su segundo día de visita a la India, Obama se mostró convencido de que al gigante asiático le interesa que Pakistán sea un país estable. "Mi esperanza es que con el tiempo se desarrolle la confianza entre los dos países, que el diálogo empiece, quizá, con asuntos menos controvertidos y que avance hacia otros más controvertidos", sugirió el presidente ante un nutrido grupo de estudiantes en Bombay, la capital financiera de la India.

Después de que el sábado evitara cualquier tipo de alusión a Pakistán durante un discurso de homenaje a las víctimas del atentado terrorista de noviembre de 2008 en Bombay, una joven le preguntó ayer durante el acto, retransmitido por la televisión pública, por qué EE. UU. no considera a Pakistán un "Estado terrorista". "Debo admitir que esperaba la pregunta", bromeó Obama, quien apostó por cooperar con Islamabad para erradicar el integrismo islámico, pese a reconocer que los avances del Gobierno paquistaní en materia antiterrorista son más lentos de lo deseado.

El presidente estadounidense mostró luego su convencimiento de que la India no puede permitirse la "distracción" que supone un contexto regional volátil y destacó que EE. UU. puede ser un "socio" en el proceso de diálogo entre ambos países, pero no puede imponerlo.

La disputa sobre Cachemira

En las rondas de diálogo que la India y Pakistán mantenían hasta el atentado de Bombay -que Nueva Delhi achaca a un grupo islamista con base en Pakistán-, se avanzaba en aspectos como el reparto del agua o las relaciones económicas con la perspectiva de abordar luego disputas mayores como Cachemira.

La India, sobre todo a raíz del acuerdo de cooperación nuclear civil, ha mejorado sus relaciones con EE. UU., pero ve con recelo sus ayudas militares a Pakistán y rechaza habitualmente las declaraciones de mandatarios extranjeros sobre la disputa por Cachemira o cómo encauzar el diálogo con su potencia rival vecina.

Obama sostuvo que tanto la India como Pakistán -con intereses casi antagónicos- deben desempeñar un papel importante en la estabilización de Afganistán.

Intentó también convencer al público indio del "ilimitado potencial" de las relaciones indoestadounidenses, indispensables a su juicio para la definición del siglo XXI. "La India está adquiriendo su lugar legítimo en Asia y el mundo y esto es bueno para Estados Unidos y para el mundo", valoró.

El presidente aprovechó sus elogios a la democracia india para hacer un alto y recordar que "en algunos sitios el futuro de la democracia está todavía muy en duda", tras lo cual puso el ejemplo de Birmania, donde las elecciones que se celebraron ayer serán "cualquier cosa menos libres y limpias".

Durante la jornada, Obama visitó en Bombay otro centro educativo para celebrar el año nuevo hindú con niños que bailaron brevemente junto al presidente y su esposa, Michelle Obama.

Tras el carácter eminentemente económico de su visita a Bombay, donde el sábado anunció la firma de 20 acuerdos entre empresas de ambos países que deben conducir a la creación de más de 50.000 empleos en Estados Unidos, Obama tiene hoy en Delhi una intensa agenda de perfil político. Está previsto que se reúna con el primer ministro indio, Manmohan Singh. y anuncie los compromisos adquiridos con Nueva Delhi, en particular en la lucha antiterrorista, energías limpias y otros ámbitos.

Obama mantendrá un encuentro con la presidenta india, Pratibha Patil -un cargo de naturaleza simbólica-, y dirigirá un discurso al Parlamento.

Tras abandonar Delhi, Obama continuará en Indonesia, Corea del Sur y Japón con su gira asiática, iniciada tras el varapalo sufrido por los demócratas en los recientes comicios legislativos