EE.UU.

EE. UU. adelanta la retirada de 4.000 soldados de Iraq

Estados Unidos acelera el paso de su retirada en Iraq para tener más tropas disponibles en caso de necesitarlas en Afganistán, el conflicto donde peor le van las cosas y donde Obama debe dilucidar una nueva estrategia que frene la ofensiva de los talibanes. Aunque la situación en las ciudades iraquíes está lejos de estabilizarse, el comandante estadounidense en la zona, el general Odierno, anunció ayer que unos 4.000 soldados abandonarán el país a finales de octubre, «un poco más rápido de lo que habíamos previsto». El plan es lo suficientemente flexible como para abortar esa retirada en caso de la situación militar lo requiera, subrayó el jefe militar.


Cuando se lleve a cabo la salida, EE UU dispondría todavía de 120.000 soldados en Iraq, un contingente que permite a Odierno ver con optimismo el control de la situación. Las estadísticas muestran que la violencia ha descendido de forma drástica. En los últimos dos años, los ataques se han reducido un 85%, «de 4.064 en agosto de 2007 a 594 en agosto de 2009», aseguró el militar. En el mismo periodo de dos años la cifra de soldados estadounidenses caídos en el país ha descendido un 93% y la de bajas iraquíes en un 79%.


El comandante indicó además que pese a los avances continúa habiendo problemas en la seguridad, e hizo referencia a los recientes ataques contra dos ministerios en Bagdad que dejaron más de 100 muertos. Sin embargo, se pronunció de forma positiva sobre las fuerzas de seguridad iraquíes, que han ido asumiendo progresivamente las tareas de los soldados estadounidenses.


«Querían tener la responsabilidad y han demostrado que son capaces de ello», añadió.

Dentro del plazo

Según informa 'The New York Times', el país podría reducir a 50.000 los soldados que tiene desplegados en Irak antes de fines de agosto de 2010, el plazo que se han dado Washington y Bagdad para que los iraquíes estén en condiciones de asumir una mayor responsabilidad en la seguridad del país.


El general Odierno ha sido tachado de optimista por un sector del Congreso y por el propio vicepresidente Biden dada su propensión a reconocer en público que las fuerzas iraquíes podrán asumir la defensa total del país, previsto a finales de 2011. En su intervención de ayer dejó muestras de esa visión aunque también expresó muchas reservas, y destacó el hecho de que es probable que se incrementen «los niveles de violencia» después de las elecciones nacionales previstas para el próximo mes de enero.