Ciudadanos de Duisburgo, familiares y amigos de las víctimas y clase política recordaron hoy la tragedia de la 'Loveparade', hace exactamente un año, en que 21 jóvenes murieron al desatarse el pánico y colapsarse el único túnel de acceso a la más multitudinaria fiesta tecno del mundo.

El estadio de fútbol de esa ciudad de la Cuenca del Ruhr alemana acogió la ceremonia en recuerdo de las víctimas -entre ellas, dos jóvenes españolas-, mientras el túnel donde se produjo la avalancha quedó cubierto de velas encendidas, flores, mensajes, fotos y dedicatorias.

La emoción y también las críticas por el hecho de que hasta ahora ningún estamento -ni político ni organizador- haya asumido la responsabilidad de lo ocurrido marcaron la ceremonia, que se desarrolló bajo una intensa lluvia.

«Lo que debía ser una fiesta alegre para los jóvenes se convirtió en un escenario de caos, pánico y horror, que trocó la alegría en tragedia», recordó el obispo emérito del Ruhr, Franz Grave, oficiante de la ceremonia.

El acto en el estadio se inició a las 13.00 GMT recordando el momento en que se desencadenó la tragedia, precipitada por la confluencia de una serie de errores en la organización, de los que se ha responsabilizado tanto al estamento ciudadano como al policial y organizadores.

Al acto asistió, por parte institucional, la primera ministra del estado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, entre otros.

Ausencias destacadas

No acudió, en cambio, el alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, como tampoco lo hizo en las ceremonias del año pasado, por respeto a los sentimientos de los familiares y las víctimas.

Tampoco lo hizo, por el mismo motivo, el máximo responsable de la organizadora del evento, Rainer Schaller.

A Sauerland -como al organizador de la Loveparade- se le sigue responsabilizando de la tragedia, por haber autorizado una fiesta que se sabía iba a ser multitudinaria pero para la que aparentemente no se habían previsto los dispositivos de seguridad precisos.

Sauerland, quien sigue en el cargo pese a las múltiples críticas a su gestión, pidió hace unas semanas públicamente disculpas por una catástrofe en la que 21 jóvenes perdieron la vida -entre ellas, las tarraconenses Clara Zapater y Marta Acosta- y otros 500 resultaron heridos.

«Como alcalde de esta ciudad, yo cargo con la responsabilidad moral de ese suceso. Disculparme con todos los afectados y heridos es una necesidad personal», aseguró Sauerland en una declaración durante una reunión del pleno del Ayuntamiento.

La Fiscalía local tiene abierto sumario contra 16 personas relacionadas con la tragedia del festival tecno, entre las que se encuentran once funcionarios del gobierno local, cuatro empleados de la organización del espectáculo y un policía.

En junio, la Fiscalía confirmó que las sospechas apuntan a la administración de Duisburgo, la Policía y la organización de la 'Loveparade'.

Entre los imputados no se encuentran, sin embargo, ni Sauerland ni Schaller, lo que ha acrecentado el malestar de los familiares de las víctimas y los miles de jóvenes que sufren aún las secuelas de la situación traumática que vivieron.

La tragedia del 24 de julio de 2010 se precipitó al quedar atrapada una multitud en el acceso al túnel, para el que no había salidas de emergencia. La mayoría de las víctimas murieron de asfixia o aplastadas por otros jóvenes que trataban desesperadamente de escapar de la avalancha humana.