Los cooperantes españoles secuestrados el sábado por la noche en Rabuni (Argelia), cerca de los campos de refugiados saharauis de Tinduf, ofrecieron resistencia cuando fueron atacados por hombres armados vestidos de militares, han explicado algunos de sus compañeros.

Los cooperantes españoles son Ainhoa Fernández de Rincón, miembro de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, y Enric Gonyales, natural de Mallorca y miembro de la organización vasca Mundubat, en tanto que la italiana es Rosella Urru.

Juan Bedialauneta, cooperante de la ONG Hegoa, que trabaja en un centro de jóvenes en el campamento de Esmara (Sáhara), ha explicado que Ainhoa se encerró en su módulo y llamó a una compañera que estaba fuera del recinto y le dijo que había hombres armados, vestidos de militares.

En otro módulo, el número 3, se encontraba Gonyalons, que "al parecer estaba leyendo, porque había un libro en el suelo, y también parece ser que opuso resistencia", añadió el cooperante.

Fuentes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) afirman que podría estar herido, mientras que constató que en la entrada del modulo había manchas de sangre y un casquillo de bala.

Rosella Urru, por su parte, se encontraba en el módulo uno y estaba sola cuando fue secuestrada.

En el lugar en el que se ha producido el secuestro hay dos pabellones y en cada uno diez módulos, que alojan a la veintena de cooperantes que actualmente trabaja en los campamentos.

El presidente de la Asociación Extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui, Eduardo Martín, ha explicado que Ainhoa era la única cooperante que esta ONG tenía en la zona y que desde hace un año coordina los proyectos de la organización.

Por su parte, la ONG vasca Mundubat ha anunciado que dará una rueda de prensa para dar más detalles sobre lo sucedido.

También la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha condenado "profundamente" el secuestro de los tres cooperantes, que ha calificado de "trágica operación criminal y terrorista".

Según Akeik, después de lo ocurrido en Libia y del armamento que ha salido de allí, "se esperaba un aumento del terrorismo en la región, pero no en esta zona".

Las autoridades saharauis han puesto en marcha un operativo para perseguir a los secuestradores y han incrementado la seguridad en el lugar en el que se aloja el resto de los cooperantes.