Al menos 12 talibanes y un estadounidense murieron ayer y nueve soldados extranjeros sufrieron heridas en un ataque contra la principal base de EE. UU. en Afganistán, en Bagram, informó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). Según indicó la ISAF en un comunicado, los insurgentes atacaron la base con "proyectiles, armas cortas y granadas", y cuatro de ellos pretendían cometer ataques suicidas contra la base, donde uno de los edificios sufrió daños.

De acuerdo con la organización, en el ataque murió un contratista estadounidense y nueve soldados resultaron heridos. Dos de estos heridos volvieron luego a sus puestos, mientras que los demás están "estables". "Aunque está claro que el enemigo intentaba un hecho espectacular, no pudieron romper el perímetro ni detonar sus chalecos explosivos", dijo un portavoz de la ISAF, el teniente coronel Clarence Counts.

La base es un objetivo de gran valor simbólico para los insurgentes, ya que a ella suelen desplazarse los mandatarios estadounidenses que visitan el país, y la instalación sirve como cárcel para los talibanes detenidos.