ALEMANIA

Discurso conciliador del presidente alemán

Christian Wulff pasa página a su complicada elección, después de tres rondas de votaciones, con elogios a sus contrincantes. La integración de los extranjeros será un punto fuerte de su mandato de cinco años.

Wulff.
Discurso conciliador del presidente alemán
R.SCHLESINGER

El nuevo presidente federal alemán, Christian Wulff, pronunció ayer un discurso de toma de posesión bastante conciliador y pasó página a su complicada elección, con referencias elogiosas a sus dos contrincantes, el independiente Joachim Gauck y la periodista de izquierdas Luc Jochimssen.

Wulff era el candidato preferido de la canciller alemana, Angela Merkel, para la presidencia y la coalición de Gobierno tenía una mayoría suficiente para elegirlo por mayoría absoluta en primera ronda, pero un grupo de rebeldes en sus propias filas hizo que las cosas se complicaran bastante el miércoles y fueran necesarias tres vueltas para su designación.

Elegido por la Asamblea Federal para suceder en el cargo a Horst Köhler durante cinco años, Wulff empezó ayer su discurso agradeciendo a su antecesor su trabajo durante seis años en ese puesto y resaltó su compromiso con África. "Gracias a usted, hoy muchos nos damos cuenta de lo ligado que está el destino de Europa al de nuestro continente vecino", dijo Wulff. El nuevo presidente también agradeció a Gauck y Jochimssen la confrontación electoral en la Asamblea Federal, que calificó de "noble y limpia" y de ayuda para fortalecer la democracia.

Wulff se dirigió especialmente a Gauck, antiguo luchador por los derechos civiles en la extinta República Democrática Alemana (RDA) que fue su principal contendiente, y le pidió que, como había hecho de cara a la elección, siguiera hablando de su experiencia bajo la dictadura, lo que, según el presidente, ayuda mucho a quienes también la sufrieron.

"Siga hablando de su biografía, con ello hace usted un aporte importante a la conciencia del país y ayuda mucho a quienes también tuvieron que vivir bajo el régimen de la RDA", indicó Wulff.

El gesto conciliador ante Gauck, a quien muchos de los correligionarios de Merkel parecían preferir, no es sorprendente si se piensa que el presidente federal debe estar por encima de los partidos, pero, tras las dificultades que hubo para su elección, tiene un significado especial.

En su discurso de toma de posesión, Wulff definió la integración de los extranjeros que viven en Alemania como uno de los puntos fuertes de su presidencia. "¿Cuándo llegaremos a una situación en la que, independientemente del origen y la situación financiera, todos los niños tengan las mismas posibilidades de formación?", se preguntó Wulff.

El nuevo máximo mandatario expresó su esperanza en que llegue el momento en el que todos los niños que crezcan en el país hablen perfectamente el alemán. Para llegar ahí, según Wulff, se necesita pensar "menos" en lo que les separa y "más" en lo que les une y habló, de cara a la numerosa población musulmana que vive en Alemania, de la tradición común de las religiones monoteístas.