PERFIL DE JOAQUÍN ALMUNIA

De Bilbao de toda la vida

Joaquín Almunia se vino a Bruselas en abril de 2004, cuando todavía mandaba Romano Prodi en la Comisión, para cubrir el hueco dejado por Pedro Solbes en la responsabilidad de Economía y Asuntos Monetarios cuando el alicantino fue llamado a Madrid para ocupar la Vicepresidencia segunda del primer Gobierno de Rodríguez Zapatero.

 

El nuevo comisario mostró, desde los primeros momentos, una gran facilidad para lidiar con expedientes económicamente complejos y políticamente comprometidos y para expresarse ante los medios informativos, primero en un inglés bastante fluido y últimamente en un francés razonable. Es muy apreciada, entre los informadores, su capacidad para no dejar preguntas sin contestar ni de librarse a divagaciones inútiles. Es directo y transmite inmediatamente una impresión de solvencia en los asuntos de los que habla.

 

Desde Bruselas, donde vive con su mujer, Mila, Joaquín Almunia ha viajado por todo el mundo, representando al Ejecutivo comunitario en foros de una gran relevancia, como el FMI, el Banco Mundial, el G-8, el G-20, Davos, etc.

 

Todo ese trajín, sin embargo, no le ha impedido mantener una presencia política activa en España, adonde ha viajado reiteradamente lo mismo para asistir a las reuniones del comité federal del PSOE que para apoyar a Patxi López en la campaña electoral por la presidencia del Gobierno vasco.

Este chico de familia de Las Arenas de toda la vida que estudió en Bilbao, y que muy pronto despuntó como abogado laboralista de UGT, ha dejado una impronta clara en Bruselas. Es forofo del Athletic, al punto de que su gabinete, constituido por personas de diferentes países, suele buscar por Internet los resultados de la jornada para anticipar el humor del jefe cuando llega al despacho los lunes. Él lleva la confusa evolución de su equipo con el rigor y la austeridad de las personas acostumbradas a llamar al pan, pan y al vino, vino. Durante la final de Copa, tras aquellos fantásticos primeros 15 minutos, vivió la remontada del Barça con la contención emocional propia de cirujano neurovascular.