AVIACIÓN

Cuba investiga las causas del accidente aéreo

Un vuelo chárter de la compañía Aerocaribbean se estrelló en el centro de la isla. Hay un español entre los muertos.

Varias personas tratan de buscar supervivientes en el avión, en llamas, que se estrelló en Cuba.
Cuba investiga las causas del accidente aéreo
AFP

Las autoridades cubanas continuaban ayer las labores de rescate y la investigación sobre el accidente aéreo en el que murieron los 68 ocupantes de un avión comercial, entre ellos un ciudadano español, que se estrelló el jueves en la provincia de Sancti Spíritus cuando cubría la ruta Santiago de Cuba-La Habana.

Durante la noche, servicios de emergencias, autoridades locales y vecinos de la zona participaron en las labores de rescate, a las que se sumó un equipo de expertos en criminalística para determinar las causas del siniestro.

Tras conocerse el suceso, el Instituto de Aeronáutica Civil informó de la creación de una comisión para investigar el accidente. Sin embargo, hasta el momento las autoridades de la isla no han aportado indicio o dato alguno sobre los motivos por los que se estrelló el avión comercial ATR-72 de Aerocaribbean. Tampoco han precisado con exactitud el número de efectivos que trabajan todavía en la zona.

En esta tragedia aérea, una de las más graves ocurridas este año, han muerto 40 ciudadanos cubanos y 28 extranjeros de diez nacionalidades distintas. Los extranjeros fallecidos son nueve argentinos, siete mexicanos, tres holandeses, dos alemanes, dos austríacos, un francés, un italiano, un japonés, un venezolano y un español, Manuel González Asensio, de 51 años y natural de Badajoz. Había viajado a la isla con otros amigos pero tomó el fatídico vuelo para conocer el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, de la que era devoto.

Trasladados a La Habana

Los cadáveres ya están siendo trasladados a la capital de la isla caribeña, La Habana, donde se les practicarán las autopsias.

Cuba ya ha comenzado a recibir las primeras condolencias internacionales por el accidente, entre ellas las del presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que envió un telegrama de pésame a su homólogo Raúl Castro. "Quiero expresarle, señor presidente, en nombre del Gobierno español y en el mío propio, toda nuestra solidaridad ante la inmensa tragedia que ha supuesto el trágico accidente del avión de la compañía cubana Aerocaribbean", expresó. El jefe del Ejecutivo quiso también transmitir a Castro y a todos los cubanos, sobre todo a las familias de las víctimas, "todo el afecto" del Gobierno y del pueblo español y ofreció la "total disposición" de España a "aportar cuanta ayuda pueda resultar necesaria". También el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, envió un mensaje al Gobierno y al pueblo de Cuba en señal de dolor por el grave siniestro.

Los principales diarios de la isla recogían ayer de forma muy discreta este grave suceso y se limitaban a reproducir la escueta nota informativa que ofreció el Instituto de Aeronáutica Civil y la relación de nombres de los ocupantes del avión, todos fallecidos.

Esa actitud contrasta con la información, incluso acompañada de fotografías del accidente y los restos del avión, que sí ofrecieron los sitios digitales de varios medios cubanos, principalmente Cubadebate, el periódico provincial 'Escambray' y la radio de Sancti Spíritus, todos oficiales.

El avión comercial accidentado ayer en el centro de Cuba es un ATR-72 con dos motores turbohélice para viajes regionales y trayectos de corta duración, y tiene capacidad máxima de 74 asientos. El fabricante de aviones franco-italiano Avions de Transport Régional (ATR) dijo desconocer las causas por las que se estrelló el aparato. "En estos momentos, las razones del accidente son todavía desconocidas", afirmó la compañía en un comunicado.

El último accidente de aviación en Cuba ocurrió en marzo de 2002, cuando una aeronave se estrelló en la provincia de Villa Clara, falleciendo sus 16 ocupantes, entre ellos seis turistas canadienses, cuatro británicos y dos alemanes, así como cuatro tripulantes cubanos.